Una montaña marciana fue bautizada en honor a un científico mexicano Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
7 abril, 2021
Rafael Navarro fue, hasta el 28 de enero pasado, el nombre de un científico mexicano que trabajó en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ahora también es el de una montaña en Marte. Buena parte de su trabajo se dedicó a comprender el planeta rojo. Ahora, en reconocimiento a sus aportes el equipo de científicos e ingenieros de la misión Curiosity de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio estadounidense (NASA), retomó el nombre “Rafael Navarro” para una elevación escarpada de 120 metros de altura ubicada al noreste del cráter Gale.
Un nombre mexicano en Marte
Al noroeste del cráter Gale, cerca del monte “Sharp”, se encuentra el monte “Rafael Navarro”. El personaje por el que se le dio ese nombre falleció el 28 de enero pasado por Covid-19. Se trata del quinto científico que recibe este honor y es el primer mexicano de la lista. Su nombre ahora comparte el panorama marciano con Jake Matijevic, John Klein, Heinrich Wänke y Nathan Bridges.
El Dr. Rafael Navarro González se desempeñó como asesor de la NASA. Sus aportes para esta agencia espacial, y al conocimiento científico sobre el planeta rojo, fueron sobre la búsqueda de vida pasada o presente en Marte. Participó directamente en las misiones Curiosity de la NASA y ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA). Su trabajo fue tanto teórico como de campo y experimental; entre sus resultados más importantes se encuentra la detección de materia orgánica encontradas en rocas antiguas por la misión Curiosity.
Parte de su trabajo consistió en encontrar un espacio similar a las condiciones que ofrecería Marte. Ese paraje seco y hostil lo encontró en el desierto de Atacama, al norte de Chile. Gracias a su demostración sobre las similitudes entre el desierto chileno y el suelo marciano la NASA fue capaz de planear con más detalle sus misiones hacia el cuarto planeta del sistema solar.
En la parte aplicada de su trabajo encontramos dispositivos que aún hoy exploran al planeta rojo. Debido a la importancia de su trabajo se le invitó a colaborar con el Laboratorio de Ciencia Marciana, mejor conocido como Curiosity. Otro de los dispositivos espaciales en que participó fue el instrumento de Habitabilidad, Irradiación de Salmuera y Temperatura (HABIT) de la plataforma de aterrizaje de la misión europea ExoMars.
Su labor académica fue destacada en México. Alcanzó el grado III en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). En 1994 fundó el Laboratorio de Química de Plasmas y Estudios Planetarios dentro del ICN; se trata de un laboratorio único en Latinoamérica. Ahí se dedicó a replicar experimentos de las misiones Mariner, Viking, Phoenix, Curiosity y ExoMars. Dio forma a un curso sobre Búsqueda de Vida en Marte que forma parte de la licenciatura en Ciencias de la Tierra y cuenta con material en inglés y español para ser replicado en otras instituciones.
La noticia sobre el nombre de la montaña en honor a Navarro se dio en una conferencia virtual convocada por la UNAM. Ahí participó su esposa: Fabiola Aceves Díaz. Entre otras cosas, la compañera del científico recordó: “siempre le decía: ‘Un día, tu nombre estará en Marte. No sé cómo, no sé de qué forma, pero estará’. Él sólo se reía. Trabajaba día y noche, era impresionante. Pero además de hacer bien su trabajo como investigador, también lo hacía como esposo, compañero y padre”, unos meses después de su muerte lo consiguió.