Es más probable que haya arcillas y no agua bajo la superficie de Marte, afirman estudios Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 agosto, 2021
En 2018 los datos de un instrumento del orbitador Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) despertaron el interés sobre el polo sur marciano. Un equipo de investigadores del Istituto Nazionale di Astrofisica en Italia, encontró lo que parecía evidencia de lagos subterráneos bajo la capa de hielo en el polo sur marciano. La información consistía en señales de radar que atravesaron el hielo y la roca. Sus señales fueron particularmente brillantes y la única posibilidad que se consideró en ese momento fue que se trataba de lagos subterráneos. Una serie de artículos publicados recientemente refutan esta hipótesis y proponen a las arcillas como materiales más probables en esa región del planeta rojo.
Una revisión de los datos
El agua es un elemento indispensable para la vida como la conocemos en la Tierra. De ahí que se le busque con tanta insistencia en otros mundos. Cuando las señales de radar mostraron algo que se le parecía fue inevitable despertar el interés de la comunidad científica. El clima de Marte complica la existencia de agua; se le conoce en forma de hielo en los polos pero si llegara al estado líquido se evaporaría rápidamente. Si hubiera agua subterránea sería posible encontrar vida microbiana y de ahí se desencadenaría una serie de posibilidades sobre la habitabilidad del cuarto planeta.
Tras la hipótesis sobre los lagos subterráneos el tema se discutió en la Conferencia Internacional de Ciencia y Exploración en Ciencias en las regiones polares de Marte en un poblado al sur de Argentina llamado Ushuaia, parte de Tierra del Fuego. “Las comunidades pueden generar sus propios pequeños ecosistemas científicos”, explica Jeffrey Plaut, quien trabaja para el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). Plaut trabajó con señales del Radar Avanzado de Marte para el Sondeo de la Ionósfera y el Subsuelo (MARSIS). El resultado de su trabajo se publicó en la revista científica Geophysical Research Letters.
Plaut recuerda que en aquella reunión de especialistas en Tierra del Fuego se lanzaron algunas preguntas sobre lo que podía estar bajo la capa helada en el polo sur marciano. “¿Cuánto calor se necesitaría para mantener el agua líquida debajo de todo ese hielo?”, “¿Podría la salmuera reducir el punto de congelación del agua lo suficiente como para mantenerla líquida?”. A partir de ellas se detonaron algunas investigaciones que ya están mostrando resultados.
“Hubo la sensación de que deberíamos tratar de abordar esto”, recuerda Isaac Smith, de la Universidad de York, en Toronto, quien también se dedicó a investigar las posibilidades en el subsuelo marciano y participó en un par de artículos más. Aunque la posibilidad de lagos subterráneos es atractiva, la comunidad científica tenía la consigna de evaluar las opciones más adecuadas al conocimiento que se tiene del planeta rojo.
Plaut en compañía de un estudiante de doctorado de la Universidad Estatal de Arizona: Aditya Khuller, analizó 15 años de datos provenientes de MARSIS. A partir de 44 mil ecos de radar se encontraron muchos más reflejos similares a los de 2018. De acuerdo a este par de investigadores muchas de las señales estaban muy cerca de la superficie, donde el frío haría imposible la presencia de agua líquida, incluso en presencia de sustancias salinas que redujeran la temperatura de congelación del agua.
Desde la Universidad Estatal de Arizona se realizó un estudio, con Carver Bierson como primer firmante, que propuso materiales capaces de producir las señales recibidas por Mars Express. En él se propone como candidatos a arcillas, minerales con metales y hielo salino. Isaac Smith retomó la idea de las arcillas y decidió experimentar con un grupo específico: las esmecitas.
En un experimento de laboratorio a menos 50 grados Celsius, Smith probó la reacción del radar con estas arcillas. La respuesta coincidió con las observaciones del radar MARSIS. Posteriormente recurrieron a datos del Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO), este dispositivo tiene un instrumento llamado Espectrómetro de Imágenes de Reconocimiento Compacto (CRISM), capaz de mapear minerales. Así fue como se confirmó la presencia de esmectitas cerca de la capa helada en el polo sur marciano.
Por ahora se trata de hipótesis. La forma más confiable de confirmar que realmente hay arcillas y no agua bajo el hielo del polo sur en Marte será perforando. Sin embargo, esta opción aún es lejana. Las propuestas que se publicaron recientemente son más adecuadas a lo que sabemos en este momento del planeta rojo. Para muchos, el deseo de encontrar agua líquida seguirá ahí hasta que lleguen las primeras misiones tripuladas, e incluso más.