¿Qué produce las luces que se ven durante sismos? Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
9 septiembre, 2021
Los recientes sismos en el centro y sur de México recordaron un fenómeno que aún crea controversia: las luces que acompañan el temblor. Las explicaciones son muchas, algunas son más y menos creíbles. Si buscamos una explicación científica las opciones se reducen. Se les ha visto en diferentes videos que se toman mientras la tierra se sacude. México no es el único lugar en el mundo donde ocurren. ¿De dónde vienen esas luces?
Luz, cámaras y fenómenos atmosféricos
Durante siglos se han detectado luces que acompañan a los terremotos. En algunos casos duran segundos y en otras ocasiones llegan a durar horas. Como ejemplo de luces de larga duración, en 1888, durante un terremoto en Nueva Zelanda se reportaron “apariencias luminosas” con un “brillo extraordinario” que duraron varias horas. En otros casos lo asombroso no es la duración, sino la distancia a la que son visibles, como en 1930 en que las luces que acompañaron a un temblor en Idu, Japón, lograron verse a 70 millas de distancia, equivalentes a 112.7 kilómetros.
No se trata de un fenómeno nuevo
El 7 de septiembre será una fecha difícil de olvidar para los mexicanos. Mientras que solemos aceptar la idea de que un rayo nunca cae dos veces en el mismo lugar, con los terremotos pareciera ocurrir algo muy diferente. No es un fenómeno que se pueda predecir, aunque la probabilidad es más grande de lo que parece. De acuerdo a Mogens Bladt, quien es investigador del Departamento de Probabilidad y Estadística de la Universidad Nacional Autónoma de México, existe una probabilidad entre 74 de que ocurra un terremoto en una fecha en que ya ocurrió uno, esto lo dijo en un artículo del diario El País en 2017.
El 7 de septiembre fue una fecha en la que se repitió un temblor, que recordó al de 2017, y por si fuera poco, las luces agregaron un tono misterioso. Antes de pensar en explicaciones mágicas, ayudará recordar cómo ocurren los terremotos. Cuando dos placas tectónicas chocan se produce una gran cantidad de energía y cuando se libera percibimos la sacudida en el suelo. Una de las teorías sobre cómo se forman estas luces comienza ahí: en el suelo.
La tensión tectónica es el inicio de todo el proceso. El choque de las placas provoca una gran tensión por la fricción de rocas. Esto provoca que se liberen iones y se forme una corriente eléctrica. Entre los datos que sustentan esta teoría están los colores que se reconocen en los destellos de luz: blancos, azules y violetas, todos asociados con las corrientes eléctricas. Podría considerarse resuelto este caso, pero no es así.
Existe una serie más o menos larga de posibles explicaciones para estas luces. También existe la creencia de que el movimiento de algunas rocas como cuarzos provoca un campo piezoeléctrico; esto ocurre cuando algunos cristales se someten a tensiones mecánicas, esto crea una polarización eléctrica, se crea una diferencia de potencial y surgen cargas eléctricas en la superficie, que serían las causantes de las luces.
Otras explicaciones consideran que la energía electromagnética alojada en las rocas provoca cambios en la ionósfera al desplazarse por la atmósfera. Existen algunas coincidencias y podríamos aceptar cualquiera de ellas debido a que los terremotos son impredecibles y las condiciones en que ocurren son difíciles de replicar en el laboratorio.
Un estudio publicado por Seismological Research Letters decidió ir más allá de las limitaciones experimentales en 2014. Su título es “Prevalencia de luces asociadas con los terremotos en ambientes de grietas”. Se recopilaron datos relacionados con 65 terremotos ocurridos a partir de 1600, en todos ellos se habían reportado luces en el cielo, como las que se vieron este 7 de septiembre en México. Al compararlos encontraron algunas coincidencias.
Si bien no se tiene una explicación definitiva, las estadísticas definen características importantes de este fenómeno. El 95% de los sismos analizados ocurrieron en cruces entre placas tectónicas. Gran parte de ellas, el 85%, ocurrieron en un sitio donde la placa tectónica se encuentra cerca de grietas continentales; apenas el 5% de los terremotos ocurren en esta región. Dentro del 15% restante la mayor parte consistió en un deslizamiento entre las placas y en pocos casos una placa empujó debajo de la otra.
Aunque las luces pueden aparecer antes, durante y después del terremoto, lo más común es que lo hagan antes y durante. La explicación que se encontró es que la duración del evento luminoso depende del estrés y no de la actividad sísmica directamente. Antes que ocurra el temblor ya se genera estrés entre las placas tectónicas, lo que libera iones de oxígeno que ioniza el aire. Finalmente, se forma plasma que emite esa luz que se ha vuelto tan popular recientemente.
No existe una causa definitiva para todas las luces. Como se ha mencionado en distintos medios, también existe la posibilidad de que los cables eléctricos generan algunas luces débiles y temporales. Las luces durante terremotos se conocen desde antes de la invención de la luz eléctrica. Si bien, no hay una sola causa, las explicaciones científicas seguirán detrás de esos destellos luminosos que ocurren de forma natural desde hace siglos.