Científicos encuentran al primer candidato a planeta fuera de la vía láctea Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
25 octubre, 2021
La posibilidad de que existan sistemas planetarios en todo el universo es enorme. Sin embargo, es difícil observar fuera de nuestra propia galaxia. Para encontrar un planeta allá afuera se tiene que analizar la luz de espacios diminutos en el cielo. Por eso fue necesario usar dispositivos especiales, capaces de reconocer las emisiones de rayos X. Para encontrar al primer planeta fuera de la Vía Láctea se recurrió al observatorio espacial de rayos XMM Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) y al observatorio espacial de rayos X Chandra de la Administración nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA).
En una galaxia lejana
En el universo existen todo tipo de objetos. Sólo algunos de ellos son capaces de emitir rayos X, lo que reduce el número de los que son observables. Esto permite que sean más fáciles de observar sin distracciones a través de dispositivos especiales como los observatorios de rayos X. Para encontrar planetas mediante estas emisiones se requiere una técnica un tanto distinta que con los otros exoplanetas que ya se conocen.
El método más popular de búsqueda de exoplanetas es el de tránsito. Este consiste en observar la luz de una estrella, si se reduce con cierta regularidad se reconoce que ahí pasa un planeta que obstruye temporalmente su paso. Para encontrar al planeta fuera de nuestra galaxia se recurrió a un procedimiento similar pero con rayos X.
La búsqueda se enfocó en objetos que tienen grandes emisiones de rayos X. Aquí los objetivos fueron lo que se conoce como binarias de rayos X. Estos objetos consisten en estrellas de neutrones o agujeros negros que forman parte de un sistema binario y absorben material de su compañero. El material que absorben es acelerado por la intensa gravedad de estos objetos y se calienta a millones de grados, lo que produce rayos X. Si un planeta pasa frente a uno de estos sistemas bloquearía el paso de los rayos X, de forma similar a la luz con las estrellas convencionales.
El equipo dirigido por Rosanne Di Stefano, del Centro de Astrofísica Harvard y Smithsonian, estudió a tres galaxias en busca de tránsitos a partir de rayos X. De entre ellas encontraron una señal muy particular en la Galaxia Whirlpool, también conocida como M51. Partiendo de esto decidieron observarla con mayor detalle. M51-ULS-1 es una binaria de rayos X donde se detectó un bloqueo en las emisiones que duró unas horas, posteriormente regresó.
El equipo de investigadores consideró distintas posibilidades. Se consideró que podría tratarse de una nube de gas y polvo, una estrella enana o una donante y también podía tratarse de un planeta. Las primeras 3 posibilidades fueron descartadas. Las estrellas enanas, ya sea roja o café, fueron descartadas por el gran tamaño del objeto y por ser demasiado joven. La nube de polvo y gas se descartó porque el objeto tenía una forma definida, que bien podría ser consecuencia de una atmósfera. Tampoco se consideró una variación en la luz del propio objeto porque desapareció por completo y volvió después. Finalmente, se comparó el momento de oscuridad con uno producido por una estrella donante y fue muy diferente.
La hipótesis de un planeta en tránsito fue la más probable. “Hicimos simulaciones por computadora para ver si el apagón tenía las características de un planeta en tránsito, y encontramos que encajaba perfectamente. Estamos seguros de que esto no es cualquier otra cosa y hemos encontrado nuestro primer candidato a planeta fuera de la Vía Láctea”, comentó Rosanne Di Stefano.
Ya con la idea de un planeta el siguiente paso fue analizar su posible forma. Los investigadores consideran que tiene un tamaño similar a Saturno, realiza una órbita alrededor de un sistema de estrellas binarias y se encuentra a una distancia de decenas de veces la que separa a la Tierra del Sol, su viaje alrededor de sus estrellas dura 70 años. Los altos niveles de radiación que recibe hacen imposible la existencia de vida, al menos en las condiciones que conocemos en nuestro planeta.
Este es un primer paso para rastrear planetas fuera de nuestro sistema. Todavía se trata de un candidato. A diferencia de otros que han aparecido antes, no se tiene el apoyo de una lente gravitacional sino que la observación fue directa. De confirmarse, sería el primer planeta que se ha encontrado en órbita alrededor de una binaria de rayos X. Ya antes se han encontrado alrededor de pulsares, que también emiten grandes cantidades de rayos X. De acuerdo con Norbert Schartel, quien trabaja en el Proyecto XMM Newton, el primer planeta que se confirmó fuera del sistema solar orbita a un pulsar. En el futuro podrán buscarse nuevos planetas con este método.