Perú pide apoyo por derrame petrolero a causa de la erupción de Tonga Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
25 enero, 2022
Un buque abastecía petróleo a la refinería La Pampilla en Perú cuando llegaron las olas provocadas por la erupción de Tonga. Se cree que al menos 6 mil barriles de petróleo se derramaron durante el incidente. El viernes 21 de enero el gobierno del Perú solicitó apoyo técnico a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para evaluar el impacto y las medidas que deben tomarse ante el derrame. Entre los territorios afectados se encuentran dos áreas naturales protegidas.
Un desastre ecológico en el Pacífico
El barco que transportaba el combustible pertenece a la compañía española Repsol. Descargaba en la refinería La Pampilla cuando fue alcanzado por olas más altas de lo normal. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú ya se pidió la compensación por daños a la compañía.
“Esta terrible situación ha puesto en peligro la flora y fauna en dos áreas naturales protegidas a más de 18.000 kilómetros cuadrados como la Reserva Nacional del Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, Islotes de Pescadores y la Zona Reservada Ancón”, señala el ministerio peruano.
El deslinde de responsabilidades aún no se resuelve. La empresa petrolera se defiende argumentando que no hubo alerta de tsunami, mientras que Mirtha Vásquez, quien presidenta del Consejo de Ministros señaló la falta de un plan de contingencia por parte de la empresa. Mientras tanto, el desastre ecológico está presente en las costas peruanas.
La ONU ya activó los protocolos de atención de emergencias. Esto incluye una misión de expertos en desastres ambientales a disposición del gobierno peruano. Este equipo llegará en los próximos días para asesorar a las autoridades en asuntos de gestión y coordinación de respuesta. También propondrán acciones para evitar que en el futuro ocurran situaciones como esta.
La refinería La Pampilla se ubica en la ciudad de Ventanilla, en la región de Lima. Es la refinería más grande del Perú y distribuye más de la mitad del combustible en el mercado local. El Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), ya ordenó el cierre de una de las cuatro terminales de la refinería hasta que se determinen las causas del derrame.
Las autoridades peruanas ya trabajan en la limpieza de tres kilómetros de playa. Sin embargo, el daño ecológico ya es grande y no será fácil revertirlo. Un ejemplo de esto es lo que ocurre en el zoológico de Lima, donde se atiende a docenas de aves marinas afectadas. También el Zoológico Parque de las Leyendas está atendiendo aves afectadas, entre ellas se encuentran especies vulnerables como los pingüinos Humboldt que se encuentran en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
“Estamos haciendo todo lo que podemos. No es algo que ocurra normalmente y hacemos lo mejor que podemos”, declaró la bióloga Liseth Bermudez a la agencia de noticias AFP. Las aves están siendo lavadas con detergentes para remover el petróleo. Además, se les están administrando medicamentos para combatir hongos y bacterias, así como vitaminas. “Nunca habíamos visto nada como esto en la historia de Perú”, explicó la especialista.
El daño ambiental va más allá de aves y aún existe el riesgo de que el petróleo se extienda. “Ahí hay especies que se alimentan de crustáceos y peces que todavía están contaminados”, alerta el biólogo Guillermo Ramos, quien pertenece al servicio forestal de Perú (Serfor). El Serfor ya ha encontrado aves y nutrias muertas en playas y reservas naturales después del derrame.
El daño ambiental apenas comienza a ser visible. El petróleo sigue ahí y mientras más permanezca más especies se verán afectadas. En el Perú más de 150 especies de aves dependen del océano para su alimentación y reproducción. Para este momento las corrientes marinas ya han dispersado el petróleo a través de 40 kilómetros, afectando a 21 playas. La recuperación de las costas peruanas no será sencilla.