La Unión Astronómica Internacional crea un centro de protección para el cielo oscuro Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
4 febrero, 2022
En los últimos dos años y medio el número de satélites que funcionan en órbita baja de la Tierra se ha duplicado. Esto representa un reto para los observadores del cielo, tanto profesionales como aficionados. A causa de esta sobrepoblación espacial la Unión Astronómica Internacional (IAU, por sus siglas en inglés) creó el Centro para la Protección del Cielo Oscuro y Tranquilo de la Interferencia de Constelaciones de Satélites. El anuncio se dio en una conferencia de prensa. Este centro coordinará los esfuerzos en diferentes áreas geográficas para reducir el impacto negativo de las constelaciones de satélites en los observatorios terrestres tanto ópticos como de radio, así como mantener el cielo para el disfrute humano.
Constelaciones problemáticas
Para la IAU la oscuridad del cielo es importante en distintos aspectos. Por una parte, es esencial para avanzar en nuestra comprensión del universo, del que formamos parte. Además, forma parte de la herencia cultural de toda la humanidad. Finalmente, la oscuridad del cielo es una parte importante en la vida nocturna de la vida silvestre. Sin embargo, son cada vez más los satélites que obstruyen el cielo y alteran su apariencia natural.
El 10 de junio de 2021 la IAU anunció la conformación del Centro para la Protección del Cielo Oscuro y Tranquilo de la Interferencia de Constelaciones de Satélites. Finalmente se anunció a las instituciones que se encargarán de administrarlo. Ellas son: el Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja (NOIRLab) en Estados Unidos y el Observatorio de la Organización del Conjunto de Kilómetros Cuadrados (SKAO) en Reino Unido. La primera de estas instituciones es un centro de observación astronómica terrestre y la segunda una organización que coordina la red más poderosa de radiotelescopios en Sudáfrica y Australia.
El nuevo centro tiene el objetivo de coordinar esfuerzos y unificar las voces que buscan proteger a los cielos oscuros. Con su creación se busca crear un puente entre todos los interesados para tener impacto en una comunidad mayor. Este centro es el resultado de un trabajo que ya lleva tiempo y en el que han participado diferentes instituciones, entre las que se incluye el Sub-Comité Científico y Técnico del Comité de las Naciones Unidas para Usos Pacíficos del Espacio Exterior (COPUOS).
Apenas en 2019 SpaceX comenzó a lanzar los primeros integrantes de su constelación Starlink. Se espera que esta constelación quede completa cuando cuente con 100 mil satélites en órbita terrestre baja, esto ocurrirá al final de la década. Si consideramos únicamente a las empresas SpaceX y OneWeb, tenemos un recuento de 2 mil 300 satélites en órbita baja. Y la tendencia es que haya cada vez más.
De acuerdo con la IAU, las constelaciones de satélites ya están afectando las observaciones del cielo. A diferencia de otros tipos de interferencia, como la contaminación lumínica o las ondas de radio, los satélites rodean a la Tierra, por lo que es imposible evitar sus efectos reubicando los observatorios astronómicos.
“El impacto más obvio es la aparición de muchos más rastros a través de imágenes hechas con observatorios ópticos, tanto en tierra como en el espacio, lo que requiere una mitigación costosa y que requiere mucho tiempo con software u observaciones repetidas, y en algunos casos hace que los datos sean inútiles. Las observaciones de fenómenos de corta duración a menudo simplemente no se pueden repetir”, se explica en un comunicado que acompañó la presentación de la iniciativa de la IAU.
Para finales de esta década se espera que las constelaciones de satélites sean reconocibles a simple vista en entornos de cielo oscuro. Los momentos donde serán más evidentes serán el inicio y fin de la noche. Verano será la temporada donde serán más visibles. Además, las latitudes altas serán las más afectadas. Reducir su impacto en la observación astronómica será todo un reto. Las constelaciones de satélites ya están en el cielo y amenazan con evitar que veamos más allá de ellas.