Preparan nuevo mensaje para posibles civilizaciones extraterrestres Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
5 abril, 2022
En noviembre de 1974 salió al espacio un mensaje que tenía como objetivo informar a otras posibles civilizaciones sobre nuestra presencia en el cosmos. El proyecto fue una iniciativa del científico y divulgador Carl Sagan y Frank Drake, quien fue promotor del programa SETI. Casi medio siglo después, se propone una actualización que ya puede consultarse en el repositorio de preimpresión arxiv.org. El mensaje original salió del radiotelescopio Arecibo, que actualmente ya no está en funciones.
Un mensaje hacia el espacio
El programa de búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI, por sus siglas en inglés), se ha dedicado por décadas a la búsqueda de vida inteligente en el espacio. Entre las iniciativas que ha tenido durante su historia está un mensaje cifrado que salió en la década de los 70. El mensaje original contenía 1676 bits. Se envió al cúmulo de estrellas conocido como M13, ubicado en la constelación de Hércules. M13 se compone por 400 mil estrellas y se encuentra a 25 mil años luz.
Un equipo de investigadores realizó un mensaje actualizado. Al igual que el mensaje original, se basa en conceptos matemáticos y físicos básicos para formar un mensaje sobre nuestra posición en el universo. El mensaje binario incluye información sobre la composición bioquímica de la vida en la Tierra, la posición del Sistema Solar en la Vía Láctea en relación con cúmulos globulares conocidos, así como representaciones de nuestro sistema solar y la superficie terrestre. El mensaje incluye, al igual que el enviado en la década de los 70, una imagen de la forma humana y una invitación para que cualquier civilización extraterrestre que lo reciba conteste.
El nombre del nuevo proyecto es “Beacon in the Galaxy” (BITG). En esta ocasión tiene 204 mil dígitos binarios que se almacenan en 25 mil 500 bytes. Se divide en 13 partes. El nuevo mensaje fue elaborado por un equipo que dirigió Jonathan Jiang del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio estadounidense (NASA).
En esta ocasión el proyecto tiene el respaldo de distintas instituciones internacionales. Junto con el SETI participan la Universidad de Cambridge y la Universidad Normal de Pekín. El objetivo en esta ocasión es un anillo de estrellas denso cerca del centro de la Vía Láctea. Los dispositivos elegidos para enviar el mensaje son el radiotelescopio esférico de metros de apertura (FAST), ubicado en China, y el conjunto de telescopios Allen que pertenecen al SETI y se ubican en California.
Ya que no se conoce un lenguaje universal se eligió al código binario para formar una imagen pixelada. El mensaje que enviará el BITG es un mapa de bits. Se parte de una idea básica: si otra civilización extraterrestre vive en el mismo universo que nosotros, vivirá sujeta a las mismas leyes inmutables. Por lo tanto, sus conocimientos de matemáticas, física o química tendrían que ser similares.
“El binario es la forma más sencilla de las matemáticas, ya que solo implica dos estados opuestos: cero y uno, sí o no, blanco o negro, masa o espacio vacío. Por lo tanto, la transmisión del código binario sería muy probablemente comprensible para todos las ETI y es la base del mensaje BITG”, explican los investigadores.
En su momento, Carl Sagan propuso una solución ficticia a propósito del mensaje original. En la novela Contacto, que posteriormente pasó al cine, un equipo de investigadores recibe una señal similar a la que en su momento envió el radiotelescopio de Arecibo. La comunicación que se da entre el equipo de Ellie Arroway se da de modo que no queda ninguna prueba y el relato de los participantes es rechazado públicamente.
Quizá algún día ocurra algo similar en una civilización extraterrestre cuando llegue el mensaje enviado por el BITG. Por ahora eso es un asunto que sólo se ha resuelto en la ciencia ficción. Mientras tanto, el nuevo mensaje ya espera para ser aprobado.