¿A qué huelen las momias egipcias? Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
15 febrero, 2025
Aunque el olor de las momias egipcias siempre ha estado ahí, nunca se había estudiado de forma sistemática. El análisis de los olores permite conocer mejor los materiales que se usaron para formarlas.
El estudio se publicó recientemente en la revista científica Journal of the American Chemical Society. Para realizarlo se recurrió a diferentes instrumentos y técnicas sensoriales como personas con narices entrenadas y narices electrónicas.
Un olor que revela detalles del pasado
Los datos que arroja el nuevo estudio ofrecen detalles sobre diferentes procesos alrededor de las momias. Esto incluye los materiales que se usaron para realizar la momificación, la evolución de las prácticas y los ingredientes, así como la forma en que los museos han conservado los restos.
“El olor de los cuerpos momificados ha atraído durante años un interés significativo de expertos y del público en general, pero hasta ahora no se ha realizado ningún estudio científico combinado químico y perceptual”, señala en un comunicado de la Universidad de Liubliana (UCL) el profesor Matija Strlič, quien aparece como primer firmante del estudio.
“Esta investigación innovadora realmente nos ayuda a planificar mejor la conservación y a comprender los antiguos materiales de embalsamamiento. Añade otra capa de datos para enriquecer la exposición del museo de los cuerpos momificados”, señala Strlič, quien pertenece a la Escuela Bartlett de Medio Ambiente, Energía y Recursos de la UCL.
El conocer los olores de los materiales presentes en las momias permitirá una mejor conservación. El análisis químico ofrece información valiosa para preservar la herencia olfativa de las momias.
Los olores son moléculas químicas suspendidas en el aire que fueron emitidas por una sustancia. Para el estudio se recurrió a un cromatógrafo de gas y un espectrómetro de masa que midieron los químicos que emiten las momias egipcias.
Para el estudio se usaron momias almacenadas en el Museo Egipcio del Cairo. Junto con las mediciones químicas, se hizo una evaluación humana con narices entrenadas para describir el olor. Entre los detalles que se reconocieron está la calidad, intensidad y agrado del olor.
Para el estudio se combinaron tanto los registros digitales como la percepción humana. Parte de lo que se buscó fue detectar productos de conservación o pesticidas que pudieron adherirse posteriormente. También se buscó reconocer el moho, las bacterias y organismos que se acumularon con el paso del tiempo de forma natural.
Los investigadores describen a su propuesta de analizar olores como un método efectivo, no invasivo ni destructivo. Con él se puede categorizar químicamente y analizar restos antiguos.
Algunos de los olores momificados fueron descritos por los participantes humanos como “placenteros”. En algunos casos se trataba de resinas de coníferas y aceites, sus orígenes eran pino, cedro y enebro. También había gomorresinas como mirra e incienso. Otro material importante eran las ceras.
En algunos casos las momias tienen alrededor de 5 mil años de antigüedad. Los olores placenteros se asocian con las deidades y su pureza. En contraste, los olores desagradables se asocian con la corrupción y decadencia del cuerpo.
Los investigadores consideran que la investigación sobre olores puede aportar mucho a las exposiciones en museos. El público podría involucrarse aún más si se agrega un paisaje olfativo a las exposiciones. Ahora se tienen más detalles para crear experiencias más cercanas a lo que se vivió en el antiguo Egipto.
¿Visitarías una exposición con detalles olfativos? Imagina que a pesar de los cristales que te separan de las momias percibes los olores que tenían poco después de su muerte. Quizá los pasillos de los museos se volverían mucho más emocionantes con esos nuevos detalles.