Algunos inventos que le debemos a los rusos Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Por: Deyanira Almazán
Mucho se dice de Rusia y en realidad poco se sabe sobre ese país. El hermetismo político, sociocultural y científico que caracterizó a la Unión Soviética durante el pasado siglo, no es muy distante a la Rusia del presente. Pero si algo dominamos y admiramos de los rusos es su capacidad intelectual, que los ha colocado como líderes globales en muchos ámbitos, desde la literatura hasta la ciencia.
Nabokov, Gagarin o Tereshkova son solo algunos apellidos que nos demuestran la potencia y el liderazgo de este país. Enfocándonos en temas científicos, Rusia no solo es el iniciador de la carrera espacial, es en gran medida responsable de los avances científicos y tecnológicos que nos han permitido conocer nuevos mundos, cazar exoplanetas o aterrizar sobre cometas.
Pero su legado va mucho más allá de eso, muchos de los artefactos que utilizamos actualmente en todo el mundo se los debemos también a inventores, científicos e investigadores rusos que han colaborado enormemente con el desarrollo del pensamiento científico global. Aquí te dejamos solo unos ejemplos.
Radio
En 1895, Alexander Popov, físico e ingeniero eléctrico ruso, construyó un aparato capaz de registrar disturbios eléctricos atmosféricos y en julio de ese año lo instaló en el observatorio meteorológico del Instituto de Silvicultura en San Petersburgo. En un artículo publicado unos meses más tarde, Popov sugirió que dicho aparato “podría ser utilizado para la recepción de señales de una fuente de oscilaciones creadas por el hombre, siempre que se dispusiera de una fuente de energía suficiente”. Es decir, estaba prediciendo un sistema de comunicación inalámbrico completo, en otras palabras, el radio.
Unos meses después, Popov logró llevarlo a cabo con un transmisor lo suficientemente potente como para alcanzar su receptor a más de 240 metros de distancia.
Desafortunadamente para Popov, Guillermo Marconi había estado trabajando el mismo tema, y en junio de 1896 presentó una patente para su sistema de radiotelegrafía. Al carecer de documentación sobre su hazaña, Popov solo pudo protestar contra los reclamos de Marconi y continuar con su trabajo.
Si bien Popov fue reconocido oficialmente como el primero en utilizar una antena en la transmisión y recepción de ondas de radio, se le adjudica a Marconi la invención de este aparato.
Helicóptero
En 1910, Igor Sikorsky creó el prototipo de un dispositivo impulsado por rotor que logró despegar exitosamente. En 1912, creó el primer hidroavión en el mundo y luego el primer avión de múltiples motores. Después de la Revolución rusa de 1917, tuvo que emigrar a Estados Unidos, donde estableció su propia compañía, Sikorsky Aero Engineering Company, utilizando capital del notable compositor ruso Sergei Rachmaninoff.
El primer helicóptero experimental de Sikorsky, diseñado en los Estados Unidos, despegó en septiembre de 1939. El diseño de esa máquina, que se ha considerado un diseño de helicóptero clásico durante más de cincuenta años, se ha utilizado para casi el 95% de los helicópteros construidos en todo el mundo.
Caucho sintético
Quizá no te haga mucho sentido este invento, después de todo, ¿qué es el caucho sintético y para qué sirve? Pues te sorprenderá saber que para un montón de cosas, de hecho, es difícil imaginar el mundo como hoy lo conocemos sin este material, pues se usa principalmente para fabricar las llantas de los coches, aviones y bicicletas, pero también se utiliza para fabricar sellos, aislamientos, dispositivos médicos y hasta para producir propulsores sólidos de cohetes.
Este invento se lo debemos al químico ruso Serguéi Lébedev, quien, en 1910, mientras trabajaba en la Universidad de San Petersburgo se convirtió en la primera persona en sintetizar polibutadeno, el primer caucho sintético, gracias a lo cual la Unión Soviética pudo ser el primer país en lograr la producción industrial de este material.
Durante la Segunda Guerra Mundial, su proceso de obtención de butadieno a partir del alcohol etílico fue utilizado no solo por la industria del caucho soviética, sino también por la alemana.
AK-47
Esta arma de hombro, quizá la más utilizada en el mundo, fue diseñada en 1947 por Mikhail Timofeyevich Kalashnikov. De ahí sus iniciales, que se deben a Avtomat Kalashnikova y que en ruso significa "Kalashnikov automático".
El arma fue construida de un calibre de 7.62 mm; una velocidad máxima de 700 metros por segundos y una velocidad cíclica de 600 disparos por minuto, además de la capacidad de disparar de forma automática o semiautomática. Ante ello, la AK-47 fue rápidamente reconocida como un arma simple de operar, resistente, confiable y viable para su producción masiva. Dos años después de que comenzara a producirse en masa, se convertiría en el arma larga reglamentaria para el Ejército Rojo.
Durante la Guerra Fría, con el fin de estandarizar el armamento entre sus aliados, la Unión Soviética compartió las especificaciones de la gradualmente mejorada AK-47 y exportó su producción a países como China, Egipto, Corea del Norte y Yugoslavia. Con el colapso del comunismo, el uso del arma se globalizó y hasta la fecha es el arma favorita de muchos movimientos guerrilleros y nacionalistas en todo el mundo; una especie de ícono revolucionario.
El valor simbólico del AK-47 se demuestra por su presencia en los escudos de armas de numerosos países, así como en la bandera de Mozambique. Se ha estimado que se han producido unas 100 millones de AK, la mitad de ellas fuera de Rusia, y muchas de ellas con licencias expiradas de la era soviética o sin licencia.
Una de las mayores asociaciones de la AK-47 es sin duda la imagen de Osama Bin Laden posando con el arma en sus videos y fotografías. De hecho, en el museo secreto del cuartel general de la CIA en Virginia, se encuentra el AK-47 con el que dormía el líder terrorista.