Analizan las enigmáticas líneas de Nasca y no son las aves que se creían Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
21 junio, 2019
Una de las creaciones humanas más antiguas y enigmáticas se localizan a 400 kilómetros al sur de Lima, en Perú. Las líneas de Nasca se encuentran en un área de 450 kilómetros cuadrados en donde se reconocen más de 2 mil figuras. Entre ellas hay algunas aves y un equipo de investigadores japoneses se propuso reconocer las especies que estaban representadas ahí.
Aves talladas sobre la tierra
Al parecer las figuras tienen un nivel de abstracción suficiente para no encontrar una forma específica. Durante mucho tiempo se dio por hecho que se trataba simplemente de figuras, entre ellas algunas aves, en algunos casos se reconocían aunque no de forma definitiva. Fue por esto que se establecieron criterios específicos para comparar las figuras con aves reales que se encuentran en Perú.
El análisis ornitológico incluyó figuras y proporciones clave de las aves. La forma y tamaño del cuerpo fue una de ellas, esto incluyó la proporción de las cabezas, picos, cuellos, alas, patas y colas. De esta forma se reconocieron de manera esquemática 16 trazos de aves. Entre ellas había algunas confusiones respecto a la especie que representaban.
Uno de los ejemplos que se expone en la investigación publicada por el Journal of Archeological Science Report es el colibrí. Se había tomado una de las figuras como un individuo de esta especie, ahora se reconoce como un ermitaño, lo que vuelve más específica la clasificación. Otras especies encontradas fueron pelícanos y pericos. En ambos casos, se trata de aves que no son típicas de la región.
Los resultados del equipo conformado por Masaki Eda del Museo de la Universidad de Hokkaido, Takeshi Yamasaki del instituto de Ornitología de Yamashina, y Masato Sakai de la Universidad de Yamagata, revelan que las especies representadas pertenecen a lugares remotos. Así que las figuras de Nasca no muestran aves locales sino exóticas. En el caso de los ermitaños y los pericos estos habitan los bosques tropicales al oriente de los Andes, por su parte los pelícanos viven en la costa.
Las figuras o geoglifos de Nasca son de origen preincáico. Su creación se remonta a un periodo entre 2400 y 1300 años atrás. Las explicaciones sobre estas enigmáticas figuras aún son pocas y confusas. Todavía existen personas que las relacionan con civilizaciones extraterrestres. Por ahora tenemos una pista nueva: quienes las hicieron no representaban su entorno cotidiano, al menos no si este era similar al actual. Nos falta mucho por conocer de estas figuras pero ahora tenemos una idea más clara sobre lo que inspiró algunas de ellas.
Al observar las imágenes talladas sobre el suelo de Nasca es fácil maravillarse. Su ceación debió ser un enorme reto en una época con tecnología mucho más limitada que la actual. Aún así, no deja se sorprendernos, ya sabíamos que había figuras que representaban algunos seres vivos pero ahora se reconocen con más claridad algunos de ellos. Graciasa la taxonomía de las formas sabemos que 16 de ellas se inspiraron en aves de tierras lejanas. Ya podemos comenzar a crear nuevas hipótesis sobre su origen.