Artemisa: el programa espacial que promete regresar al hombre a la Luna Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
15 mayo, 2019
El año en que los últimos viajeros humanos pisaron la superficie lunar durante la misión Apolo 17 fue en el año de 1972. Recientemente la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) anunció el programa que retomará los viajes tripulados a nuestro satélite natural. Artemisa, hermana gemela de Apolo en la mitología griega, es el nombre que se ha elegido para este proyecto que tiene apenas 5 años para materializarse.
La Luna: el próximo punto en la conquista espacial
Hasta hace un par de meses la fecha prevista para el regreso de los viajes tripulados al satélite natural de la Tierra era 2028. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, fue el encargado de anunciar que la fecha se adelantaba a 2024. La administración de Donald Trump apuesta por regresar a la Luna y esta vez para quedarse.
Para apoyar al proyecto se ha pedido al congreso 1,600 millones de dólares extra para el presupuesto de la NASA. La Luna ya no es el territorio espacial para visitar y traer algunas muestras, se le ve como el paso natural antes de realizar viajes a Marte. Ahora sabemos mucho más de esa enorme esfera que aparece por las noches y ha inspirado toda clase de historias; en 1969, cuando el Apolo 11 logró el primer alunizaje tripulado se desconocía mucho sobre lo que podía encontrarse ahí. Aún así, el reto es grande.
Tanto soviéticos como chinos han logrado llevar vehículos de exploración a la superficie lunar. Para la actual Rusia (la mayor heredera de la Unión Soviética), la Luna no es parte de las prioridades. Por su parte China sí tiene en mente enviar viajes tripulados para continuar con sus exploración espacial; actualmente su Chang’e 4 sigue viajando por la cara oculta. Israel recientemente falló con su Beresheet que no logró alunizar.
Ahora se tiene ubicados recursos naturales en la Luna. Ya no se trata de llegar y mostrar que es posible el viaje espacial como ocurrió con las misiones Apolo. Gracias a la investigación hecha en las últimas décadas conocemos las condiciones de la superficie de la Luna. Además se tienen ubicados los depósitos de agua congelada que será indispensable para mantener a los astronautas por más tiempo.
Para concretar la misión aún falta concluir algunos desarrollos tecnológicos. El cohete superpesado de la NASA (Space Launch System: SLS), será el encargado de transportar a las futuras misiones de exploración profunda. Dentro del cohete viajará la cápsula Orión. Aunque también ya se trabaja en otros módulos de transporte privados como el presentado hace unos días por Blue Origin. La industria privada será clave en la próxima visita estadounidense a la Luna.
También falta concluir la estación orbital lunar (Lunar Gateway). El plan para la estación es que los astronautas puedan permanecer por más tiempo en el espacio, sin necesidad de regresar a la tierra y en condiciones de continuar estudiando la Luna. La NASA ya ha confirmado que aquí se apoyará en empresas privadas como Lockheed Martin Corp, Boeing o Blue Origin. Una vez que la estación funcione los viajes a la luna serán más duraderos y frecuentes.
La exploración espacial está en un nuevo momento de competencia internacional. Ya no es Estados Unidos contra la Unión Soviética en una competencia para demostrar poder tecnológico. Ahora el panorama es de cooperación internacional. Agencias espaciales de todo el mundo exploran con distintas tecnologías planetas, asteroides y el espacio profundo. ¿Será posible que con este nuevo empuje volvamos a sentir la emoción de nuestros padres y abuelos al escuchar aquel: “esto es un pequeño gran paso para un hombre pero un gran salto para la humanidad”?