Así será el nuevo robot que visitará Marte Copiar al portapapeles
POR: ChemaTierra
28 mayo, 2019
Por: Alejandra Almed
A casi dos años de que inicie la misión Mars 2020, los científicos ya están trabajando en el nuevo diseño del robot que pisará, una vez más, el Planeta Rojo. Aunque a simple vista este nuevo “rover” luce como un nuevo Curiosity Mars, pero en realidad está siendo construido con lo último en ciencia y tecnología.
No podemos olvidar que en gran medida, el Mars 2020 dependerá del sistema y hardware del viejo robot que aterrizó en Marte en el 2012. Según Jim Watzin, director del Programa de Exploración de Marte de la NASA, casi el 85% del diseño de la nueva misión se basa en el “hardware heredado”; lo que será una gran ventaja para la misión, pues no solo les da experiencia y reduce los riesgos, sino que también ahorra dinero y tiempo.
El nuevo robot presume de siete nuevos instrumentos, ruedas rediseñadas, cámaras a color, un lente con zoom y un láser que puede vaporizar rocas y tierra para analizar su química. Parte de las nuevas funciones se basan en un taladro que intentará perforar al menos 20 muestras de roca (se espera que lleguen hasta 30 o 40) para después almacenarlas y sellarlas con un brazo robótico para posibles misiones futuras.
"Lo que aprendemos de las muestras recolectadas durante esta misión tiene el potencial de abordar si estamos solos en el universo" dijo Ken Farley del JPL, científico del proyecto de Marte 2020.
Los objetivos primordiales de la misión que se planea comience en julio/agosto del 2020, serán buscar signos de vida pasada mediante el estudio del ahora terreno inhóspito, pero que ha sido comprobado que hace más de 3,500 millones de años albergó ríos y lagos.
Para llevar a cabo sus metas, el rover cuenta con un conjunto de nuevos instrumentos científicos de vanguardia. Para buscar las biofirmas en una escala milimétrica, cuenta con un espectrómetro de rayos X que se enfoca en manchas tan pequeñas como un minúsculo grano de arena.
También contará con un láser ultravioleta capaz de detectar el resplandor de los anillos activos de los átomos de carbono. Un radar de penetración en el suelo será utilizado para mirar bajo la superficie marciana, haciendo posible el mapeo de capas de roca, agua y hielo de hasta 10 metros de profundidad (dependiendo los materiales); esta es la primera vez que se construye un instrumento con tales capacidades.
Las etapas de Mars 2020 incluyen la etapa de “cruce” que llevará al rover por el espacio; la etapa de “descenso” que bajará al rover a la superficie, ayudado por una grúa propulsada por cohetes.
Para el aterrizaje o etapa de descenso, se está diseñando una nueva tecnología llamada “navegación relativa al terreno”. Esta funciona a medida de que el rover se acerque a la superficie marciana, para poder utilizar una visión por computadora y comparar el paisaje con los mapas de terreno preinstalados; así podrá guiar al robot hacia sitios más seguros y le permitirá corregir su curso en el camino.
Crédito: NASA/JPL-Caltech
Así mismo, otra tecnología denominada “guardabosques” utilizará la ubicación y la velocidad del descenso para determinar cuándo disparar el paracaídas, y así reducir la elipse de aterrizaje en más de 50%. Este nuevo enfoque de aterrizaje será pieza clave para las futuras misiones dedicadas a recuperar las muestras de rocas del Mars 2020.
"El gatillo del guardabosques nos permite aterrizar más cerca de áreas de interés científico, afeitando millas, potencialmente hasta un año, del viaje de un explorador" dijo Al Chen de JPL, líder de descenso y aterrizaje de Mars 2020.
En febrero de 2017, los científicos redujeron a tres la lista de ocho posibles sitios de aterrizaje, por tratarse de áreas con factores clave para encontrar restos de vida primitiva: el Cráter Jezero, un antiguo lecho lacustre; Northeast Syrtis, donde se cree que las aguas cálidas pudieron haber interactuado químicamente con el subsuelo; y una posible fuente termal en la Columbia Hills. Los tres lugares tienen una geología rica, por lo que es más probable que alberguen vida microbiana antigua. De estos tres finalistas solo quedará un ganador que está a menos de un año de ser definitivo. “La decisión más importante que tenemos por delante” dijo Farley.
La nueva misión está siendo diseñada y gestionada en el Laboratorio de Propulsión de la NASA, en Pasadena, California. Estamos seguros de que en los próximos dos años escucharemos mucho, pero mucho más, de esta nueva misión que nos traerá -con suerte- los primeros signos de vida marciana.
¡Estense atentos!