Biomasa, nueva alternativa energética para México Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
9 abril, 2018
Durante la década de los 70 se pensó que México podría vivir tranquilamente de sus combustibles fósiles. Ahora el panorama es muy diferente y el petróleo, junto con sus derivados, ya no son la gran solución ni económica, ni energética. Entre las alternativas más amables con el planeta se encuentra la biomasa y el pasado 30 de agosto se inauguró una Planta Piloto al sur del país, en Tabasco, para su producción.
¿Qué es la biomasa?
Biomasa es un término muy amplio. Básicamente es materia orgánica que se usa para producir energía. Uno de sus principales promotores es el continente Europeo, que ha invertido fuertes cantidades en explorar esta opción energética. Entre las críticas que se le hacen está que aparte que resuelven un problema, generan otros.
Para generar biomasa los recursos básicos son desechos orgánicos. No existe una forma única de conseguirla. Lo mismo se puede fabricar a partir de restos de madera o desechos de la agricultura como cáscaras y huesos de algunas frutas. Al no ser derivados de combustibles fósiles parecen una alternativa limpia para obtener energía.
Como no existe un material único, ni un proceso unificado para producirla, la calidad de la biomasa varía mucho. Una de las críticas más frecuentes a la biomasa es el uso de materiales que, al igual que los combustibles fósiles, despiden gases nocivos. Ejemplo de esto, son las cantidades considerables de dióxido de nitrógeno, partículas suspendidas; dióxido de azufre, e hidrocarburos, que se han detectado en la biomasa derivada de madera.
Otro punto en contra es el cambio de uso de suelo que provoca su consumo. Terrenos que anteriormente se usaban para la agricultura y otros que formaban partes naturales son reclamados por los productores de biomasa. Si bien, se trata de una idea prometedora en el campo de los combustibles, se ha encontrado detractores rápidamente.
La biomasa que se producirá en Tabasco
La biomasa es una alternativa limpia en su planteamiento más básico. La forma en que se ha elaborado en otros puntos del planeta ha dejado dudas sobre su efectividad y ha puesto en claro como toda tecnología se puede perfeccionar. Lo que se propone en el sur del país es producirla a partir de microalgas. De esta forma, muchas de las críticas que se han hecho a su producción en el mundo quedan descartadas.
La planta se encuentra en Conduacán, Tabasco. Fue inaugurada por la mañana del 30 de agosto. El encargado del acto oficial fue el Doctor Enrique Cabrero Mendoza, Director General del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT). Al evento asistió también el Secretario de Energía, el Licenciado Pedro Joaquín Colwell y el Gobernador del Estado, el Licenciado Arturo Nuñez Jiménez.
Esta planta está pensada para promover la inversión e investigación en el uso de biocombustibles. La propuesta inicial es una producción acelerada de microalgas. Esto se piensa lograr a través de cultivos sustentables para la producción de biomasa. La apuesta por esta planta es importante ya que cuenta con una inversión de 100 millones de pesos desde 2015.
Su nombre oficial es Consorcio para la Investigación Aplicada, Innovación y Formación de Recursos Humanos de Alto Nivel en Logística y Distribución, Energía y Manufactura Avanzada (CLEMA). La planta funciona a partir de un fondo mixto y es parte de una estrategia para agrupar a investigadores de distintas áreas en torno a problemas prioritarios. Con inversión, tanto pública como privada, se busca crear condiciones para reducir el impacto ambiental y mejorar el bienestar general de nuestra especie.
El camino para este centro de investigación y producción de biomasa apenas comienza. Habrá que seguir los resultados para confirmar si efectivamente la propuesta de generar energía a partir de microalgas es funcional en un país como México. Se trata de una planta piloto que si tiene éxito quizá veamos más centros como este funcionando alrededor del país en los próximos años.