Cada vez más cerca de “tocar” el Sol. Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
23 julio, 2018
La misión Parker Solar Probe, es la misión a cargo de la NASA que viajará a través de la atmósfera del Sol, más cerca de lo que cualquier nave espacial lo ha hecho, enfrentando un calor inimaginable y condiciones de radiación muy fuertes, para que finalmente brinde a la humanidad las observaciones más cercanas de una estrella.
La misión estaba planeada para ser lanzada en el verano de este año, el 31 de julio de 2018; sin embargo, la NASA y el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins ahora apuntan el lanzamiento no antes del 6 de agosto de este mismo año. La agencia informó que se necesitaba más tiempo para acomodar las pruebas de software de sistemas de naves espaciales.
El objetivo principal de la misión es alcanzar la atmósfera de nuestra estrella. La Sonda usará la gravedad de Venus durante siete sobrevuelos durante casi siete años para acercar progresivamente su órbita al Sol. Se pretende que la sonda se acerque a una distancia de 6 millones de kilómetros. Eso es una décima de la distancia que hay entre el Sol y Mercurio; mucho más cerca de lo que cualquier nave espacial haya llegado jamás.
El principal reto al que se enfrenta esta misión son las altas temperaturas con las que se encontrará la sonda cuando se acerque a nuestra estrella, ya que tendrá que soportar temperaturas de alrededor de 1,370 grados Celsius. Es la primera nave espacial en toda la historia que se enfrenta a esta cantidad de radiación y a tales temperaturas.
Parker Solar Probe empleará una combinación de mediciones e imágenes que revolucionará nuestra comprensión de la corona solar y ampliar nuestro conocimiento sobre el origen y la evolución de el viento solar. También hará contribuciones críticas a nuestra capacidad para pronosticar los cambios en el entorno espacial de la Tierra que afectan la vida y la tecnología en la Tierra.
Hasta el momento el plan es que la sonda solar no tenga tripulantes, pero el investigador del Centro de Vuelo Espacial de la NASA, Eric Christian, piensa que en caso de contar con el tiempo y la inversión suficiente, la NASA podría desarrollar una nave capaz de llevar a un astronauta a unos 6 millones de kilómetros del sol, sin que corriera riesgo alguno. Aunque por el momento, se apegaran al plan inicial de que la nave no se encuentre tripulada.
La nave explorará la zona externa de la atmosfera del Sol, ya que teóricamente es imposible que un objeto hecho por el hombre se acerque hasta su superficie; no obstante, la sonda llegará lo suficientemente cerca para hacer observaciones críticas y responder preguntas que desde décadas se han formulado alrededor de las estrellas, por ejemplo, cómo están hechas.
Las principales incógnitas por resolver de la misión son:
- Descubrir la fuente de calor que incrementa la temperatura de la atmosfera solar, denominada Corona, mucho más que la propia superficie del Sol. Se pensaría que entre más lejos se encuentre un punto de la fuente de calor, ésta tendría menor temperatura, pero la corona es mucho más caliente que la superficie, y este es un misterio que no se ha podido resolver.
-La segunda interrogante tiene que ver con la velocidad de los vientos solares. Esta investigación podría ayudar a aclarar, de una vez por todas, por qué aceleran tan rápido, a millones de kilómetros por hora.
-La tercera cuestión que se espera resolver involucra a las llamadas partículas energéticas solares, que son las partículas altamente cargadas de energía emitidas ocasionalmente por el Sol, y que representan un gran peligro para los astronautas y las naves espaciales sin protección.
La NASA espera que los resultados de esta misión mejoren las previsiones de los grandes eventos meteorológicos espaciales que afectan la vida en la Tierra, así como los satélites y a los astronautas en el espacio.