Captan imagen del agujero negro en el centro de la galaxia Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
12 mayo, 2022
En 2019 se volvió popular la imagen de M87, el agujero negro ubicado en el centro de la galaxia Messier 87, este 2022 ha sido el turno del que está al centro de la Vía Láctea. Si bien, los agujeros negros no emiten luz, sí es posible detectarlos mediante distintos métodos.
Los efectos gravitatorios del agujero negro al centro de nuestra galaxia, llamado Sagitario A*, ya se habían reconocido en otros objetos celestes. Ahora, la imagen obtenida por una red internacional de telescopios, nos muestra los bordes de este agujero negro. A diferencia de M87, Sagitario A* es mucho menos activo y la teoría predice que es del tipo más común en el universo.
Una fotografía de larga exposición
La imagen de Sagitario A* es resultado del Event Horizon Telescope (EHT) Collaboration. Se trata de un proyecto internacional que incluye a radiotelescopios de distintas partes del mundo que funcionan como si fueran uno solo. La noticia se dio a conocer este 12 de mayo de 2022 en conferencias de prensa simultáneas en distintas sedes a nivel mundial.
El agujero negro no es visible, en cambio, el gas que lo rodea sí. Al centro se ubica una región oscura conocida como “sombra”. Alrededor de ella se reconoce al “anillo”, una estructura brillante donde circula el gas. La luz del anillo se curva por efecto de la gravedad del agujero negro. La imagen ha permitido confirmar algunos datos que ya se habían calculado teóricamente sobre Sagitario A*.
La masa de este agujero negro al centro de la Vía Láctea es de cuatro millones de veces la del Sol. “Lo sorprendente es lo bien que coincide el tamaño del anillo con las predicciones de la teoría de la relatividad general de Einstein”, explica Geoffrey Bower del Instituto de Astronomía y Astrofísica de la Academia Sinica de Taipéi y participa en el EHT. “Estas observaciones sin precedentes representan un gran paso adelante en nuestro conocimiento de lo que ocurre en el centro mismo de nuestra galaxia, y ofrecen nueva información sobre cómo estos agujeros negros gigantes interactúan con su entorno”, agrega.
Algo que ha llamado la atención sobre las fotografías de agujeros negros es su forma que recuerda a una dona. Este pan sirve además para otra analogía que explica algo sobre Sagitario A*. Si dimensionamos su tamaño en el cielo, tendría el tamaño de una dona en la superficie de la Luna. De ahí que haya sido necesaria una red de radiotelescopios para observarlo.
Sagitario A* se encuentra a 27 mil años luz de la Tierra, aproximadamente. Para llegar hasta esa región de la Vía Láctea, el equipo del EHT formó un telescopio virtual formado por ocho radiotelescopios distribuídos en todo el mundo. La observación se hizo durante varias horas seguidas durante varias noches, algo así como una fotografía de larga exposición con una cámara réflex.
A diferencia de M87, observar a Sagitario A* representó un reto mayor. El agujero negro al centro de nuestra galaxia es mil veces más pequeño y ligero que el primer agujero negro que fue fotografiado. Mientras M87 atrae grandes cantidades de materia, Sagitario A parece “hambriento”.
“Solo vemos un goteo de material que llega hasta el agujero negro”, explica Michael Johnson quien es astrofísico de Harvard. “En términos humanos, sería como comer solo un grano de arroz cada millón de años”, detalla el especialista. El ritmo al que el agujero negro al centro de nuestra galaxia absorbe materia es un misterio todavía.
“Tenemos dos tipos de galaxias completamente diferentes y dos masas de agujeros negros muy distintas, pero cerca del borde de estos agujeros negros, los dos son asombrosamente similares”, comenta Sera Markoff, quien es vicepresidenta del Consejo Científico del EHT y profesora de astrofísica teórica en la Universidad de Ámsterdam. “Esto nos dice que la Relatividad General es la que gobierna estos objetos a pequeña escala, y cualquier diferencia que veamos a escalas mayores ha de venir por diferencias en el material que rodea a los agujeros negros”, añade.
M87 fue un objetivo estable para obtener imágenes. Por otra parte, Sagitario A* requirió herramientas más sofisticadas. La imagen final es un promedio de diferentes imágenes del mismo objeto. Ahora podemos ver a un nuevo agujero negro, además a uno de nuestro vecindario cósmico.
Esto fue posible gracias al trabajo de 300 investigadores de más de 80 instituciones científicas alrededor del mundo. Esta imagen de Sagitario A* requirió 5 años de trabajo. Ahora es posible compararlo con los cálculos teóricos y los resultados se publicaron en un número especial de la revista científica Astrophysical Journal Letters.