Cataratas del Niágara: un viaje corto a una cascada milenaria Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Por: Alejandra Almed
Hace unos días tuvimos la oportunidad de vivir una de las mejores experiencias para los amantes de la geología. ChemaTierra, autodenominado amante de las maravillas naturales del planeta Tierra, tuvo la oportunidad de visitar una de las cascadas más espectaculares del mundo: las Cataratas del Niágara.
Las Cataratas del Niágara se encuentran en la frontera de Estados Unidos y Canadá, en el rio Niágara, un canal que recorre 58 km y que separa el estado de Nueva York, EE.UU. y el estado de Ontario, Canadá. Las cataratas conectan el Lago Erie y el Lago Ontario que tienen una diferencia de elevación de 99 metros, y justo en la mitad de esta altura se producen las famosas cataratas.
Las cataratas se conforman de tres cascadas separadas, que juntas conforman una de las más grande del mundo. La primera cascada se encuentra dentro del territorio estadounidense, denominada American Falls o Cascadas Americanas, cuya altura va entre 27.5 a 36.5 m y a lo ancho se extiende 286.5 m; la segunda cascada se ubica en territorio canadiense y se denomina Horseshoe Falls (Cascada Piedecaballo) o Canadian Falls (Cascadas Canadienses), tiene aproximadamente 51 m y se extiende por más de 823 m de ancho; la tercera cascada, también ubicada dentro del territorio estadounidense, se denominada Bridal Veil Falls (Cascada Velo de Novia), es la más pequeña, pues aunque tiene una caída que va también de 27.5 a 36.5 m, solo tiene 14 m de ancho. El promedio aproximado de ancho entre las tres cascadas es de 1,204 m.
Según el Museo del Estado de Nueva York, el agua de las cataratas cae a una velocidad de 40 km/h y aproximadamente 168,000 metros cúbicos de agua recorren las cascadas por minuto. La depresión del Niágara comienza al pie de las cataratas y finaliza a 11 km río abajo en el Lago Ontario. El punto más profundo del río Niagara se encuentra debajo de la cascada Horseshoe Falls a una profundidad de 51 m., igual a la altura de las catarata.
Geología
La evolución de las cataratas comenzó hace aproximadamente 16,000 años durante la última edad de hielo. Según los científicos, cuando un glaciar de más de 1 km de espesor, que cubría el norte de Norteamérica, desde lo que hoy conocemos como Ohio hasta Nueva york, comenzó a retirarse, se fueron esculpiendo los dos grandes lagos.
Posteriormente, las aguas que drenaban los lagos se encontraron con un camino más bajo y así comenzaron a tallar el canal del Niágara, hace aproximadamente 12,000 años. ambos lagos, el lago Erie y el lago Ontario, se dividieron entre elevaciones bajas y altas, por lo que las aguas del lago superior comenzaron a drenar al lago inferior creando una escarpa o una inclinación, hasta que finalmente se creo una cascada.
Cuando las Cataratas se formaron, la caída del agua se encontraba a unos 11 km de lo que se encuentra actualmente; hoy en día la erosión continua empujando el “escalón”, provocando que retroceda la caída aproximadamente 30 cm. por año. Se estima que en unos 50,000 años las cataratas se erosionarán hasta alcanzar el lago Erie.
Según el Parque Estatal Niagara Falls , la Reserva Niágara, que abarca las Cataratas del Niágara, se estableció como el primer parque estatal en los Estados Unidos en 1885. El parque cubre más de 162 hectáreas, de las cuales alrededor de 57 están bajo el agua.
Historia
Una de las primeras tribus nativas del Niágara fueron los Onguiaahra, que los exploradores franceses convirtieron a "Niágaras". También entre los primeros nativos había un grupo Iroquois, llamado Atiquandaronk, que los exploradores llamaron los "Neutrales" debido a sus esfuerzos pacifistas. Estos llamaban “Niágara” a las cascadas, pues significa “trueno de agua”.
El primer europeo en visitar las cataratas fue el explorador francés, Étienne Brûlé, que vivió con los Neutrales en 1626. Sin embargo, el primero que escribió sobre las cataratas fue el explorador, geógrafo, cronista, dibujante, entre otros, Samuel Champlain (padre de la Nueva Francia); así mismo, Champlain dibujó y publicó un mapa del Niágara por primera vez.
El Fort Niagara, o el Fuerte del Niagara, es el que pertenece hasta ahora y fue construido en 1726 por los francés; no obstante, por casi 100 años, durante algunas guerras, el fuerte se disputó entre los franceses, los británicos y los estadounidenses. Hoy en día, el fuerte es un lugar pacifico, turístico y muy popular, pues los turistas pueden pasar mientras visitan y se maravillan viendo las cascadas.
Las áreas del lado estadounidense y canadiense de las Cataratas del Niágara se basan principalmente en el turismo; hoy aproximadamente 12 millones de visitantes acuden a las cascadas por año, según Niagara Falls Canada .
Daredevils (Temerarios)
A partir de que las cataratas del Niágara se convirtieron en un impresionante y maravilloso destino turístico, a principios de 1800, fueron muchas las personas que buscaron la fama al tratar de desafiar las enormes cascadas. El primer truco registrado fue en 1827, cuando William Forsyth decoró un bote como barco pirata y puso a bordo varios animales, incluidos un bisonte, dos osos, dos mapaches, un perro y un ganso; los dos osos lograron escapar antes de que el bote descendiera en el río, pero los otros animales se hundieron junto con el barco.
La primera persona en interactuar con las cataratas fue Sam Patch (también conocido como Yankee Leaper) al saltar sobre Horseshoe Falls y sumergirse 26 metros en 1829; posteriormente, la semana siguiente logró sumergirse 41m y salir con vida.
Fueron varios los que siguieron e intentaron probar su valentía al cruzar las cataratas, algunos sobre la cuerda floja, otros nadando, etc… La más famosa, posiblemente, fue la maestra Annie Edson Taylor, la cual se lanzó de las cataratas, junto con su gato, en un barril de madera en 1990. Ella y su gato lograron sobrevivir y tuvieron heridas leves.
El símbolo del barril cayendo de una de las cascadas sigue siendo un ícono del parque, y no falta el turista que se lleva su foto cayendo por la inmensa cascada sobre un barril como recuerdo de su visita al parque.
Lamentablemente, no todos lograron sobrevivir ante tales hazañas, por lo que en 1951 el gobierno de Ontario hizo que cualquier interacción con las Cataratas del Niagara que no estuviera dentro de los límites del parque, fuera ilegal. Aun así, este decreto no ha impedido que varias personas crucen de una u otra forma la famosa maravilla geológica.
Tristemente, así como todo en esta vida, el viaje llegó a su fin; no sin antes subir al mirador del Niágara para ver las cataratas desde lo alto y por supuesto llevar nuestra foto sobre el famoso barril.
Así como las Cataratas del Niagara, existen en el planeta miles de maravillas que la naturaleza ha creado a lo largo de la historia, y que ahora podemos admirarlas nosotros. Lo curioso es pensar que un día, al igual que nosotros y todas las demás especies y maravillas de este planeta, también dejarán de existir.