China prueba paracaídas para recuperar desechos de lanzamientos espaciales Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
8 abril, 2020
Cada año China realiza cerca de 30 lanzamientos espaciales. Todo eso genera una gran cantidad de desechos, por ejemplo, los restos de los cohetes que dan el impulso para que los dispositivos espaciales salgan de la atmósfera. Recuperar los restos de cohetes es una tarea importante para prevenir riesgos y China ha probado distintos métodos para conseguirlo; el último de ellos consiste en usar paracaídas.
¿Cómo recuperar restos pesados y veloces?
Para que un dispositivo espacial salga de la Tierra requiere un gran impulso. Esto obliga a usar grandes y pesados cohetes cargados de combustible para llevar a los satélites, sondas y laboratorios espaciales a su destino. Una vez que han dado el impulso necesario caen y esto trae consigo riesgos que se busca minimizar en lo posible.
Una vez que el cohete cumplió su función cae rápidamente. Su peso es de aproximadamente 4 toneladas. Una vez que cae se desplaza a 2 kilómetros por segundo. Su posición no es algo que se pueda controlar completamente. Aunque los lanzamientos se hacen bajo estrictas normas de seguridad, reducir los factores de riesgo es una tarea importante y sobre la que se han hecho varios experimentos.
Los ingenieros espaciales chinos llevan más de 10 años desarrollando nuevas tecnologías que faciliten la recuperación de los restos de cohetes. La agencia Xinhua.net reportó la última prueba que incluye paracaídas. De acuerdo con la Academia China de Tecnología para Lanzamiento de Vehículos (CALT, por sus siglas en inglés), esta prueba se realizó el 9 de marzo.
El lanzamiento del satélite BeiDou, un Satélite para Sistemas de Navegación, fue la ocasión que permitió la prueba. El lanzamiento se hizo desde un cohete Larga Marcha 3B. Para el lanzamiento se instaló un sistema de paracaídas junto con sus dispositivos de control. La intención de este sistema era controlar la dirección en que caería para recuperarlo rápidamente.
En ocasiones anteriores la ubicación y recuperación de los restos del cohete tardaba un periodo de entre algunas horas hasta un par de semanas. En esta ocasión bastaron 25 minutos para encontrar y recuperar los residuos del lanzamiento. Los resultados de la prueba muestran que el sistema es eficiente.
Desde que se dio la separación entre el amplificador y el cohete se activó el sistema de descenso. Los paracaídas se abrieron en una secuencia. Gracias a esto fue posible controlar la posición y dirección de los restos. La información llegó a control terrestre en la ciudad de Xichang, al suroeste de la provincia china de Sichuan. La trayectoria, así como el lugar de aterrizaje estuvieron bajo control todo el tiempo.
Esta es una de entre muchas pruebas que se hacen para reducir riesgos en los lanzamientos espaciales chinos. En los últimos años ha crecido la preocupación sobre las posibles consecuencias al momento en que los restos caen a tierra. La prueba anterior a esta consistía en controlar la primera fase de caída para enviar los restos a un área determinada y se hizo con un cohete Larga Marcha 2C en julio de 2019.
En esta ocasión se usó un modelo popular en los lanzamientos espaciales chinos. Los cohetes Larga Marcha 3B son los más comunes actualmente en China. La intención de este tipo de pruebas es conseguir lanzamientos espaciales cada vez más seguros. Una recuperación de restos de apenas 25 minutos es un logro significativo en la carrera espacial, donde la nación asiática destaca más como una de las grandes potencias.