Científicos chinos logran clonar monos Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
24 enero, 2018
Hace poco más de dos décadas el mundo recibió la noticia de la clonación exitosa de Dolly, una oveja dorset que inmediatamente se volvió famosa. Dolly nació en 1996 y se le presentó oficialmente a principios de 1997, para muchos fue un gran logro de la investigación genética aunque se le vio con recelo. Actualmente las investigaciones de este tipo continúan con animales cada vez más cercanos al ser humano. Los experimentos para clonar animales comenzaron mucho antes de Dolly.
La clonación antes de Dolly
En 1962 John B. Gurdon clonó el primer animal adulto de la historia: una rana. Para su experimento tomó células del intestino de un espécimen adulto y lo inyectó en el óvulo de una hembra. Lo que hizo Gurdon se conoce como “transferencia nuclear” y consiste en extraer el núcleo de una célula adulta para después reemplazar con ella la de un ovocito (un estado previo del óvulo).
Con la transferencia nuclear se obtuvo resultados en otros animales como carpas, ratones vacas, cerdos y pollos. Lo que volvió especial a Dolly es que resultó ser una copia genéticamente idéntica; en experimentos previos se había mezclado material genético de otros individuos. Además, no se trataba de un anfibio pequeño sino de un mamífero que logró la empatía popular rápidamente.
Zhong Zhong y Hua Hua, dos pequeños y adorables clones
Un par de monos macacos clonados con el método de transferencia nuclear de células somáticas reviven ahora el debate sobre clonación que despertó Dolly en 1997. El 24 de enero de 2018 la revista Cell publicó los resultados de investigación realizada en el Instituto de Neurociencia de la Academia China de Ciencia de Shangai. Sus nombres se originan en la palabra china Zhonghua, que significa China o relacionado con China. Para el momento del anuncio, tenían ocho y seis semanas de vida.
Zhong Zhong y Hua Hua no son los primeros primates clonados. En 1999 nació Tetra, un mono rhesus que se obtuvo con un método diferente: la división de embriones, una técnica que imita la gestación de gemelos. A diferencia de Dolly, Zhong Zhong y Hua Hua fueron clonados a partir de células tomadas de fetos y no de adultos, esto con el fin de mejorar la efectividad en los resultados. Uno de los cuestionamientos que resurgen con este par de macacos, que prometen ser sólo los primeros de una larga serie destinada a experimentación genética, es que pertenecen a una especie cercana al ser humano.
Dilemas alrededor de los clones
En los años 90, Dolly despertó una polémica sobre si era éticamente correcto crear clones. Con los resultados obtenidos hasta ahora con Zhong Zhong y Hua Hua, resurge la pregunta de si es correcto o no reproducir seres vivos idénticos a otros. Este punto es particularmente sensible ya que la diferencia genética entre monos y humanos es mínima, se estima que el ADN humano comparte 99% de las características genéticas de algunos monos como chimpancés.
Con la posibilidad de tener poblaciones de monos personalizables genéticamente idénticos se abre una nueva oportunidad de investigación. La experimentación de fármacos y tratamientos médicos contaría con un gran aliado al tener una serie de individuos idénticos. Padecimientos como el cáncer, enfermedades cerebrales basadas en genes, padecimientos del sistema inmune o trastornos metabólicos podrían ser explorados con mayor exactitud.
Estas dos crías de macaco reavivan una de las promesas más alentadoras de la clonación: avances acelerados en la experimentación médica. Junto con ella se renovarán los cuestionamientos sobre si es ético o no crear y criar seres cuyo único fin es ser objeto de investigación para que otros vivan saludables.
Aún estamos lejos de adquirir partes de cuerpo humano sobre demanda gracias a la clonación; sin embargo, cada vez la clonación está más lejos de la ciencia ficción y se vuelve una realidad.