Científicos descubren la mayor concentración de microplásticos en aguas profundas Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
4 mayo, 2020
Las acumulaciones de plástico en la superficie oceánica son conocidas desde hace años. Sin embargo, sobre el fondo marino apenas comienzan a aparecer datos y los resultados revelan que las cantidades que ahí se alojan son superiores a lo que imaginábamos. Una investigación internacional reciente, coordinada desde la Universidad de Manchester, encontró hasta 1.9 millones de piezas de microplásticos en un área de apenas 1 metro cuadrado.
La ruta de los microplásticos
Las campañas para reducir el uso de plásticos que llegan al mar se ha enfocado en bolsas, popotes y otros productos fácilmente visibles. Estos representan apenas el 1% de los 10 millones de toneladas de plástico que llegan cada año al mar. El 99% restante se acumula en el fondo marino.
Sobre la superficie se acumulan los “parches de basura” por efecto de las corrientes marinas. La situación en el fondo del océano es similar. Las corrientes dirigen los microplásticos que se acumulan en zonas específicas en forma de sedimentos. El término que se ha dado a estos espacios donde se acumulan microplásticos es “microplastic hotspots”, que podría traducirse como “puntos de acceso de microplásticos”.
“Descubrimos que los microplásticos no estaban distribuidos uniformemente sobre el área de estudio; en vez de eso, se distribuían por poderosas corrientes submarinas que los concentraban en áreas específicas”, afirmó el Doctor Ian Kane, de la Universidad de Manchester, quien dirigió la investigación.
Los microplásticos que se alojan en el fondo del océano tienen un origen distinto a los que son visibles en la superficie. Los resultados del equipo dirigido por Kane indican que los microplásticos que se alojan al fondo del océano provienen principalmente de textiles. Esto quiere decir que fragmentos de ropa y otras prendas sintéticas también llegan al entorno marino.
El proceso comienza cuando los microplásticos se almacenan lentamente en el océano. Las corrientes turbulentas, que se comparan con avalanchas marinas los dirigen a regiones profundas del fondo marino. Una vez ahí, las corrientes submarinas las acomodan en depósitos de microplásticos.
Los desechos de textiles sintéticos no es lo único que transportan estas corrientes submarinas. También llevan consigo agua oxigenada y nutrientes. Esto quiere decir que los microplásticos serían capaces de formar parte de ecosistemas en que sean consumidos o absorbidos. No sólo están ahí, sino que se han integrado al entorno.
Entre los aportes de esta investigación está que proporciona información sobre el comportamiento de las corrientes y concentraciones de microplásticos. Esta será útil para predecir la ubicación de otros depósitos de microplásticos en distintas regiones del mundo. El estudio se realizó con muestras tomadas del Mar Tirreno, parte del Mediterráneo que se ubica al oeste de Italia.
“Nuestro estudio ha mostrado el nivel de detalle con que se puede estudiar las corrientes del fondo marino, lo que nos ayudará a conectar las rutas de transporte de microplásticos en el océano profundo para así encontrar los ‘microplásticos’ perdidos. Los resultados remarcan la necesidad de políticas que intervengan para limitar en el futuro los flujos de plástico en ambientes naturales y así minimizar el impacto en los ecosistemas oceánicos”, sentenció el Doctor Mike Clare del Centro Nacional de Oceanografía de Reino Unido, quien también participó en la investigación.