Científicos prevén más terremotos en el 2018: ¿qué tan cierta es esta teoría? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Por: Deyanira Almazán
En un artículo publicado el pasado agosto en la revista Geophysical Research Letters, los geofísicos Roger Bilham de la Universidad de Colorado y Rebeca Bendick de la Universidad de Montana, predijeron que debido a una desaceleración en la rotación de la Tierra, el mundo verá un pico significativo de terremotos en el 2018.
Pero antes de que comiences a buscar casa en Qatar (el país con menor riesgo de desastres naturales, según el Informe Mundial de Riesgos), es importante recordar que esto sólo es una hipótesis.
Hasta el momento no hay manera de predecir un terremoto. Los terremotos ocurren cuando la energía se libera a través de las fallas que existen en la corteza terrestre y dado que los científicos conocen dónde se encuentran estas fallas, pueden desarrollar pronósticos muy generales sobre posibles terremotos en determinadas áreas. Sin embargo, las fuerzas que contribuyen a esta acumulación de energía son globales y complejas, y todavía no existe manera de determinar cuándo, dónde o de qué magnitud será un terremoto.
Lo que dice el estudio
Para el estudio, Bendick y Bilham analizaron el registro mundial de terremotos desde 1900, y mientras que inicialmente los datos parecían completamente aleatorios, esto cambió cuando agregaron el “intervalo de renovación”, o la cantidad de tiempo que una zona determinada requiere para acumular energía y potenciar un terremoto.
Encontraron que cada tres décadas más o menos, parece haber un número importante de terremotos de magnitud 7 o mayor, que tienen un intervalo de renovación corto (entre 20 y 70 años). Como si algo estuviera causando que los terremotos se sincronizaran, a pesar de que suceden en lugares dispersos por todo el mundo.
Los científicos aclararon que esto no significa que cada 32 años exista un “parche malo”. Si no que “los eventos con ese intervalo de renovación ocurren juntos más a menudo de lo que ocurren al azar, y ese patrón es estadísticamente significativo".
Después, Bendick y Bilham intentaron descubrir qué mecanismo podría explicar estos cúmulos de terremotos y encontraron que los cambios cíclicos en la velocidad de la Tierra podrían explicarlos: el planeta se ralentiza infinitesimalmente cada 30 años más o menos, y unos cinco años más tarde, aparece un grupo de estos terremotos fuertes con intervalo corto.
La velocidad de rotación de la Tierra alrededor de su eje varía con el tiempo. La causa de este fenómeno no está del todo claro, aunque se ha adjudicado al rezago entre la rotación del núcleo interno fundido y el manto exterior sólido del planeta. Como no todas las partes de la Tierra se ralentizan a la misma velocidad, esto provoca que la deformación y el estrés tectónico se acumulen con el tiempo y se libere mediante los terremotos.
Desde el 2011, la rotación de la Tierra ha disminuido ligeramente, y de acuerdo al estudio, si el patrón observado es correcto, sugeriría que es probable que el 2018 experimente más terremotos de magnitud 7 o mayor.
Pero…
Antes de entrar en pánico ante tales conclusiones es importante aclarar que esto no significa que 2018 será un año particularmente catastrófico. Por un lado, los terremotos que analizaron Bendick y Bilham ocurren en áreas que ya son propensas a terremotos, por lo que para la gente que vive en estos lugares, siempre existe el riesgo de un terremoto y por eso siempre hay que estar bien preparados.
Y lo más importante es que el estudio es sobre probabilidades, no predicciones. La desaceleración de la Tierra no significa que ocurrirá una serie de terremotos el próximo año, solo que la probabilidad puede ser más grande.
Ahora bien, este estudio ha despertado mucha polémica y varios científicos han declarado su completo rechazo, señalando que es posible que los clusters de terremotos y las fluctuaciones de la rotación de la Tierra puedan ocurrir en la misma escala de tiempo, sin que eso signifique que estén vinculados.
Sin rechazar completamente los resultados de esta investigación, en ChemaTierra reconocemos la importancia de que futuras publicaciones sigan alimentando esta discusión.
Mientras tanto, reiteramos que todavía no es posible predecir la ubicación, el tiempo o la magnitud exacta de los terremotos en el mundo, pero lo que sí puede salvar cientos de vidas, es estar preparados para cuando un fenómeno de este tipo suceda.
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Fuente: The Washington Post