Científicos proponen nuevo método para medir la recuperación de la capa de ozono Copiar al portapapeles

Desde la década de los 80 del siglo XX se han tomado acciones para combatir la reducción de la capa de ozono. Para cumplir adecuadamente con los objetivos planteados en el Protocolo de Montreal se requieren mediciones tan precisas como sea posible. 

Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge y del Centro Nacional para la Observación de la Tierra de la Universidad de Leeds propusieron un nuevo método para medir la recuperación de la capa de ozono.

Mejores mediciones, mejores políticas

El objetivo de los investigadores es ofrecer un método que permita tomar decisiones adecuadas a científicos y creadores de políticas públicas. El método Integrado de Agotamiento de Ozono (IOD, por sus siglas en inglés), se describe en un artículo publicado por la revista científica Nature. Este método está diseñado para medir de forma sencilla los efectos de emisiones no reguladas de sustancias que reducen la capa de ozono. También permite evaluar la efectividad de las acciones encaminadas a protegerla. 

Desde que comenzó a aplicarse el Protocolo de Montreal en 1989 se ha reducido la emisión de clorofluorocarbonos (CFCs). Estas sustancias reducen la capa de ozono que se ubica en la estratósfera. Sin embargo, existen emisiones ilegales que no están reguladas y ponen en riesgo los avances en la recuperación de la capa de ozono.

El IOD considera tres aspectos para evaluar el riesgo de las nuevas emisiones en la capa de ozono: la fuerza de la emisión, el tiempo que permanecerá en la atmósfera y la cantidad de ozono que destruirá químicamente. Esta forma de medición permite calcular el impacto de las emisiones en un escenario de recuperación en la capa de ozono. El profesor John Pyle del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas en la Universidad de Cambridge aparece como primer autor en el estudio que propone al IOD, él ha dedicado su carrera al estudio del agotamiento del ozono en la estratósfera.

“Tras el Protocolo de Montreal, nos encontramos en una nueva fase -evaluar la recuperación de la capa de ozono”, comenta Pyle. “Esta nueva fase requiere nuevas métricas, como el Agotamiento Integrado del Ozono -al cual nos referimos como el IOD. Nuestra nueva métrica puede medir el impacto de las emisiones- independientemente de su tamaño.

Usando un modelo de computadora de química atmosférica, hemos podido demostrar una relación lineal simple entre el IOD, el tamaño de las emisiones y las vidas químicas. Por lo tanto, con el conocimiento de las vidas, es una cuestión simple para calcular el IOD, haciendo de este un excelente métrica tanto para la ciencia y la política”, explica el investigador.

Si bien el Protocolo de Montreal ha dado resultados, existe evidencia de que estos son más lentos de lo esperado. “El IOD será muy útil para vigilar la recuperación del ozono, y especialmente pertinente para los reguladores que necesitan eliminar sustancias con potencial para destruir químicamente el ozono”, señala Pyle.

Para desarrollar el IOD se recurrió a un modelo computacional atmosférico llamado modelo de Química y Aerosoles de Reino Unido (UKCA, por sus siglas en inglés).  En su momento, el Centro Nacional de Ciencia Atmosférica y la Oficina Meteorológica desarrollaron el UKCA para calcular proyecciones futuras de químicos como el ozono estratosférico.

El uso de IOD permitirá calcular los efectos de las emisiones ilegales o no reguladas que afecten a la capa de ozono. A partir del UKCA es posible realizar experimentos con distintas concentraciones de CFCs, así como otras sustancias. Así lo explica el Doctor Luke Abraham de la Universidad de Cambridge, quien participó en el estudio. “Podemos estimar cómo cambiarán los productos químicos en la atmósfera en el futuro y evaluar su impacto en la capa de ozono en el próximo siglo”, agrega el especialista.