Científicos proponen producir electricidad a partir de metano Copiar al portapapeles

El metano, o CH₄, es un hidrocarburo de gran importancia, además de un potente gas de efecto invernadero. Un artículo publicado recientemente en la revista científica Frontiers in Microbiology propone usar bacterias para convertir este gas en energía. Candidatus Methanoperedens es la bacteria que podría ayudar a reducir los niveles de este gas promotor del cambio climático al mismo tiempo que se genera energía eléctrica. Los resultados que se tienen por ahora en laboratorio muestran una eficiencia menor a la deseable pero se trabaja en realizar procesos que aprovechen mejor el metano.

Una batería con elementos vivos

De forma natural, este gas se produce en ecosistemas limitados en oxígeno como humedales, pantanos o turberas por arqueas metanógenas. La idea de producir energía con este gas no es nueva. Ya antes se han realizado baterías experimentales que producen energía a partir del CH₄.

Un equipo de microbiólogos de Nimega, en Países Bajos, ya había propuesto usar a la bacteria Anammox para producir electricidad. En aquel proyecto no se pensó en un gas de efecto invernadero como el metano, sino en el amonio. La microbióloga Heleen T. Ouboter, quien trabaja para la Universidad de Radboud y participó en la investigación sobre metano, comenta que “el proceso en esa bacteria es básicamente el mismo”, para explicar la conexión entre ambas propuestas.

“Creamos una especie de batería con dos terminales, donde uno de ellos es un terminal biológico y el otro es un terminal químico. Hacemos crecer las bacterias en uno de los electrodos, a los que las bacterias donan electrones resultantes de la conversión de metano”, explica Ouboter. De forma experimental, este procedimiento ya ha dado como resultado una conversión del 31% del metano en electricidad. “Seguiremos centrándonos en mejorar el sistema”, aclara Cornelia U. Welte quien también pertenece a la Universidad de Radboud y forma parte del equipo de investigación sobre el metano. 

Candidatus Methanoperedens es una bacteria que se vale del metano para su crecimiento. Este proceso ocurre en cuerpos de agua dulce como acequias o lagos. En Países Bajos, de donde proviene la investigación, abunda en espacios donde tanto el agua superficial como la subterránea se encuentran contaminadas con nitrógeno. Para cumplir con el proceso de descomposición del metano requiere de nitrato.

Al inicio de la investigación el objetivo era conocer el proceso de conversión que realiza el microorganismo. Además, surgió la curiosidad sobre si sería posible generar energía como un evento derivado. Cornelia Welte comenta que esto sería de gran utilidad para el sector energético.

“En las actuales instalaciones de biogás, el metano es producido por microorganismos y posteriormente quemado, lo que impulsa una turbina, generando así energía. Menos de la mitad del biogás se convierte en energía, y esta es la capacidad máxima alcanzable. Queremos evaluar si podemos hacer mejor el uso de microorganismos”, menciona Welte.

El futuro de las energías limpias aún es incierto. Sin embargo, existen diferentes propuestas para producir energía y mantener nuestras actividades sin aumentar el riesgo climático. Además de buscar fuentes libres de hidrocarburos, consumir los que ya existen es una alternativa que, de funcionar eficientemente, resolvería muchos de los problemas actuales. Por ahora algunos equipos de investigación ya trabajan en la búsqueda de soluciones.