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¿Cómo evolucionó el ojo? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
El ojo humano funciona a la par de nuestro cerebro, y gracias a él es que podemos realizar todas las actividades de nuestra vida cotidiana. Este mecanismo es uno de los más complejos de todo nuestro organismo, es capaz de adecuarse a pocos fotones de luz y a la luz solar directa, inclusive nuestro ojo puede diferenciar y enfocar desde lo más cercano a nosotros hasta lo que se encuentra alejado unos cuantos metros. ¿Te imaginas cómo sería nuestra vida si el ojo no pudiera adaptarse para ver de noche, o si no pudiéramos diferenciar entre lo lejano y lo cercano?
El ojo tiene un funcionamiento tan complejo que su origen ha provocado durante mucho tiempo una gran controversia entre creacionistas y defensores del diseño inteligente, quienes lo señalan como un buen ejemplo de lo que ellos llaman "complejidad irreducible"; un sistema que no puede funcionar en ausencia de alguno de sus componentes, y que, por tanto, no puede haber evolucionado naturalmente de una forma más primitiva. De hecho, el propio Charles Darwin reconoció en El Origen de las Especies que pudiera parecer absurdo pensar que este órgano hubiera sido producto de la evolución. Él, sin embargo, creía firmemente que el ojo evolucionó de esa manera, a pesar de la falta de evidencia de formas intermedias en el momento.
El ojo tiene un funcionamiento tan complejo que su origen ha provocado durante mucho tiempo una gran controversia entre creacionistas y defensores del diseño inteligente, quienes lo señalan como un buen ejemplo de lo que ellos llaman "complejidad irreducible"; un sistema que no puede funcionar en ausencia de alguno de sus componentes, y que, por tanto, no puede haber evolucionado naturalmente de una forma más primitiva. De hecho, el propio Charles Darwin reconoció en El Origen de las Especies que pudiera parecer absurdo pensar que este órgano hubiera sido producto de la evolución. Él, sin embargo, creía firmemente que el ojo evolucionó de esa manera, a pesar de la falta de evidencia de formas intermedias en el momento.
Ahora sabemos que este miembro ha evolucionado dependiendo de sus necesidades y lo ha hecho de manera muy particular en cada caso; por ejemplo los ojos de los peces son capaces de ver bajo el agua, pero dentro de esta misma especie existen distintos mecanismos visuales que permiten realizar diferentes tareas; o los ojos de aquellos animales que pueden ver en la completa oscuridad.
Lo más sorprendente de todo es que el ojo sigue evolucionando y actualmente la tecnología ha logrado influenciar en el mecanismo de este órgano.
Quién sabe qué sorpresas y nuevas tareas seamos capaces de realizar con nuestros ojos en un futuro no muy lejano.
El siguiente video explica la evolución que sufrió este órgano y cómo ha ido cambiando de acuerdo a sus principales necesidades.