¿Cómo suena el Universo? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Por: Alejandra Almed
Cuando lanzamos una piedra en el agua se producen ondas alrededor del centro; al igual que estas ondas, en el espacio se produce algo similar. El espacio, aunque técnicamente sea un vacío, no esta vacío y ni siquiera está en silencio.
El espacio contiene partículas energéticas cargadas gobernadas por campos magnéticos y eléctricos, que no se comparan con nada experimentado aquí en la Tierra. Allá afuera, existen ciertas zonas regidas estrictamente por campos magnéticos, tal es el caso del entorno espacial alrededor de nuestro planeta. En estos sitios, las partículas son continuamente lanzadas de adelante hacia atrás por las ondas electromagnéticas, conocidas como las ondas de plasma.
Estas ondas de plasma son causadas por perturbaciones en el espacio y ocurren mientras los campos magnéticos y eléctricos oscilan a través de grupos de iones y electrones que componen el plasma, empujando algunas a velocidades aceleradas. Esta interacción permite el equilibrio entre las partículas altamente introducidas y las perdidas en el entorno cercano a la Tierra.
Estas interacciones que ocurren en el espacio, las ondas de plasma y el movimiento de las partículas energéticas, producen su propio sonido, y con equipo especial podemos ser capaces de escuchar las voces del espacio exterior.
< Ondas de silbato de coro.mp3 >
La NASA, con la ayuda de la misión de la Sonda Van Allan, está trabajando para entender estas interacciones y las dinámicas de las ondas de plasma con el fin de mejorar las predicciones sobre el clima espacial, el cual podría causar daños negativos a los satélites y a las señales de telecomunicaciones. El equipo, gracias a un instrumento llamado Conjunto de Instrumentos Eléctricos y de Campo Magnético y Ciencia Integrada (EMFISIS por sus siglas en inglés), ha podido grabar los diferentes sonidos producidos por las ondas de plasma. Cuando el instrumento encuentra una onda, los sensores registran los cambios en la frecuencia de los campos eléctrico y magnético, después los científicos cambian las frecuencias al rango audible para que podamos escuchar estos asombrosos sonidos del espacio.
Un tipo fundamental de ondas de plasma que moldean el entorno cercano a la Tierra son las ondas en modo silbato. Estas ondas crean distintos sonidos dependiendo del plasma en el que viajan. Por ejemplo, el sonido de las ondas del modo silbato que viajan más cercanas a la Tierra, en la denominada plasmósfera, son diferentes a los sonidos producidos en la zona exterior. Todas las ondas en modo silbato se mueven hacia el mismo lado y con las mismas propiedades electromagnéticas, sin embargo no suenan igual.
< Ondas de plasma de modo Silbato.mp3 >
Las ondas en modo silbato que se encuentran en la zona exterior, más allá de la plasmósfera, donde el plasma es más tenue y cálido, se denominan coro. Este tipo de ondas crean un sonido chillante, como una parvada de aves muy ruidosas. Estas ondas se crean cuando los electrones son empujados al lado nocturno de la Tierra. En ciertos casos pueden ser creados por reconexiones magnéticas o una explosión dinámica de líneas de campo magnético enredadas en el lado oscuro de la Tierra; cuando estos electrones de baja energía golpean el plasma, crean este alucinante sonido.
< Ondas de plasma de coro.mp3 >
En la plasmósfera se presenta un plasma mucho más denso y frío, a diferencia del exterior. Aquí las ondas en modo silbato se denominan silbidos de plasmósfera y suenan más como ondas de la radio estática. Algunos científicos piensan que este tipo de ondas son causadas por rayos que chocan en el suelo la Tierra y que liberan ondas que se disparan hacia el espacio exterior. Otros piensan que en realidad son causados por ondas coro que lograron filtrarse a la plasmósfera.
< Ondas de silbidos de plasmo?sfera.wav >
Ambas ondas en modo silbato, las coro y las de silbido, forman parte esencial del campo magnético que rodea la Tierra, al igual que los cinturones de radiación Van Allen y las partículas de alta energía, en forma de anillos, que rodean al planeta.
Los científicos, al comprender cómo interactúan las ondas y las partículas, pueden aprender cómo los electrones se aceleran y se pierden de los cinturones de radiación; así como ayudar a proteger nuestros satélites y las telecomunicaciones en el espacio.