Conoce el tercer estado entre la vida y la muerte Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
25 septiembre, 2024
El concepto de biobot obliga a cuestionar lo que comprendemos como vida o muerte. Tradicionalmente los vemos como opuestos irreconciliables pero los avances biotecnológicos obligan a reconocer un tercer estado.
En aquellos organismos que consideramos vivos, también es posible continuar con procesos biológicos. Las implicaciones de este estado intermedio son de gran interés para disciplinas como la medicina.
¿Cuándo termina de morir un organismo?
De forma tradicional consideramos que un organismo está muerto cuando se detienen sus funciones vitales de forma irreversible. Sin embargo, existen procesos conocidos desde hace mucho tiempo que no encajan con esta definición.
Un ejemplo es la donación de órganos. El donador como organismo está muerto pero algunos tejidos siguen funcionando, lo mismo podemos decir de algunas células. De no ser así los órganos serían inútiles para el receptor.
Un equipo de investigadores publicó recientemente un artículo en el que describen lo que ocurre con células después de la muerte. El equipo está formado por Peter A. Noble, de la Universidad de Alabama en Birmingham, y Alex Pozhitkov, de la Escuela de Graduados Irell & Manella de Ciencias Biológicas en la Ciudad de Hope.
El trabajo de Noble y Pozhitkov consiste en transformar células de organismos muertos en organismos multicelulares. Para ello les proveen nutrientes, oxígeno, bioelectricidad o estímulos bioquímicos.
En un artículo publicado por The Conversation, Noble y Pozhitkov mencionan que el tercer estado obliga a reconsiderar el comportamiento celular. Entre los ejemplos que dan está la transformación de orugas en mariposas o de renacuajos en ranas.
También mencionan situaciones atípicas en que los organismos cambian de un modo que no está predeterminado. Ejemplo de esto son los tumores, organoides y líneas celulares que pueden dividirse indefinidamente en una placa de Petri. Algunas células no se consideran parte del tercer estado porque no desarrollan nuevas funciones, un ejemplo son las HeLa.
Experimentando con el tercer estado
Algunos investigadores descubrieron que al tomar células de la piel de embriones de rana muertas, estas podían adaptarse a nuevas condiciones en placas de Petri dentro del laboratorio.
Estas células se reorganizan en nuevos organismos multicelulares conocidos como xenobots. Estos organismos van más allá de sus roles de comportamiento biológicos originales. Una pequeña estructura con forma de cabello llamada “cilia” sirve a los xenobots para desplazarse en su entorno, mientras que en el embrión vivo sirve para mover el moco.
Los xenobots también son capaces de hacer una autorreproducción kinemática. Esto quiere decir que son capaces de reproducir su estructura sin desarrollarse dentro del cuerpo de un organismo.
Este tipo de experimentos también se han hecho con células humanas. Específicamente de pulmones. Con ellas se han formado organismos multicelulares en miniatura capaces de moverse. Se les llama antrobots. Entre sus capacidades está repararse cuando sufren una lesión e incluso reparar neuronas cercanas.
Este par de ejemplos de biobots son lo que Noble y Pozhitkov llaman el tercer estado. Las células muestran plasticidad al evolucionar fuera de las formas predeterminadas. Así, el tercer estado nos muestra el rol de la muerte en la transformación de los organismos.
Por otro lado, existen varios factores que influyen en la vida de las células cuando muere el organismo al que pertenecen. Por ejemplo, los glóbulos blancos humanos sobreviven entre 60 y 86 horas después de la muerte del organismo. Por otro lado, las células del músculo esquelético de ratones pueden regenerarse 14 días después de la muerte del organismo. Las células fibroblásticas de ovejas y cabras pueden cultivarse más de un mes después de la muerte.
Las distintas células tienen requerimientos diferentes. Las células activas requieren suministro de energía. Cultivarlas con poca energía es más difícil. Factores como traumas, infecciones y tiempo después de la muerte afectan la viabilidad de las células.
¿Cómo usar el tercer estado?
Las aplicaciones de este tercer estado son muchas. Los tratamientos médicos pueden tener grandes mejoras con las posibilidades que ofrece.
Un ejemplo son los antrobots que serían capaces de llevar fármacos a tejidos específicos. Esto reduciría en mucho la respuesta autoinmune del organismo receptor.
Queda mucho por conocer de este tercer estado. Por ahora los biobots tienen una vida corta, de cuatro a seis semanas. En el futuro podrían ser de gran utilidad para la salud humana.