Corte declara por primera vez a la contaminación del aire como una causa de muerte Copiar al portapapeles
POR: Deyanira Almazán
19 diciembre, 2020
En febrero de 2013 Ella Kissi-Debrah, una niña de 9 años, falleció a causa del asma. Tras su muerte la madre comenzó una campaña para mejorar la calidad de vida de niños con asma. Esto llevó a que encontrara otros datos que apuntaban a una de las causas de muerte: la contaminación del aire.
Tras recopilar información se pidió reabrir el caso en 2019 y finalmente, este año se declaró entre las causas de su fallecimiento a la mala calidad del aire.
Un antecedente histórico
En 2010 comenzó la historia que llevaría a la muerte de Ella. Un ataque de tos motivó que se le llevara al hospital. Para mejorar su condición se le indujo a un coma médicamente inducido de tres días mientras su condición se estabilizaba. Para 2012 sus problemas respiratorios se clasificaron como discapacidad. Finalmente, un severo ataque de asma produjo su muerte en las primeras horas del 15 de febrero de 2013.
“Tuve una llamada de alguien que me dijo que en los dos días alrededor de la muerte de Ella hubo grandes picos en los niveles de contaminación local”, narra Rosamund Adoo-Kissi-Debrah, madre de Ella. Esto ocurrió mientras ella desarrollaba su campaña a favor de los niños con asma. Al indagar en los niveles de contaminación el panorama se volvió cada vez más claro.
La familia de Ella vivían a 25 metros de South Circular Road, en Lewisham, al sureste de Londres. Aunque el límite legal de contaminación en el aire es de 40 microgramos, en esa región se excedía constantemente entre 2006 y 2010. Los niveles a los que estuvo expuesta Ella superan por mucho las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son mucho menores al límite legal que opera en Londres.
Contaminación del aire, el asesino silencioso
La contaminación del aire se considera de manera poco clara como causa de muerte. Se estima que en Reino Unido cada año mueren entre 28 y 36 mil personas a causa de la contaminación en el aire. Sin embargo, antes del caso de Ella no se había considerado oficialmente como una de las causas. “Cada número individual que aparece en los estudios es una persona muriendo”, declaró el Profesor Sir Stephen Holgate a la corte.
Durante la vida de Ella su madre ignoraba la influencia de la contaminación del aire en su calidad de vida. En sus últimos años de vida la niña tuvo ataques de asma que la llevaron al hospital en 27 ocasiones. Si su familia hubiera sido consciente del daño para su salud que propiciaba la contaminación del aire habrían tomado otras medidas.
“Estábamos desesperados por cualquier cosa que pudiera ayudarla. Me hubiera mudado de inmediato, habría encontrado otro hospital para ella y me hubiera mudado. No es suficiente lo que pueda decir. Yo estaba desesperada, ella estaba desesperada”, explica la madre de Ella. De haber evitado los altos niveles de contaminación el desenlace de la historia habría sido distinto, explicó Stephen Holgate en audiencia.
Al retomar el caso en la corte se hicieron distintos cuestionamientos a las autoridades. ¿Qué se hizo o qué no se hizo para reducir los niveles ilegales de contaminación en el aire? Específicamente el dióxido de Nitrógeno (NO2) era elevado en la zona en que Ella vivió. También se indagó en la información sobre los riesgos de respirar el aire contaminado que se le dió a la gente y cómo esto violó los derechos de Ella.
La primera investigación sobre la muerte de Ella declaraba una falla respiratoria aguda. No había ninguna mención sobre la influencia del medio ambiente en que vivía. En la resolución que se dió este año, tras retomar el caso, la situación cambió. “Ella murió de asma, a lo que contribuyó su exposición a una contaminación atmosférica excesiva”, concluyó el forense. De esta forma se tiene una resolución histórica en asuntos ambientales.
Distintos estudios han mostrado la influencia del medio ambiente en nuestra calidad de vida. Se sabe que la contaminación del aire de las grandes ciudades, como Londres, es causa de malestares respiratorios. Sin embargo, las acciones para evitarlo no han sido suficientes para reducir los riesgos a la salud. Que haya una declaración legal en la que se considera a la mala calidad del aire una causa directa en la muerte de un ser humano es un avance significativo. Alrededor del mundo deben tomarse acciones más efectivas para evitar que casos como el de Ella sigan ocurriendo.