Crisis mundial del agua: ¿a quién afectará más? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Por: Antonio Medina
El agua es, tal vez, el recurso más preciado en el mundo y en un futuro cercano lo será aún más. En algunos lugares del planeta, el agua potable se puede conseguir tan fácilmente como abrir un grifo, pero en otros, las personas tienen que caminar distancias maratónica para conseguir apenas la cantidad suficiente para sobrevivir.
Gráfico que muestra toda el agua de la Tierra, en comparación con el tamaño del planeta.JACK COOK, Woods Hole Oceanographic Institution
La demanda de agua en todo el mundo está incrementando, pero ¿se puede medir el acceso a este vital recurso? La respuesta es sí, los investigadores calculan este número comparando la cantidad de agua que utiliza una región del planeta, con el tamaño de su fuente de agua. Esta relación de oferta y demanda, es conocida como “estrés hídrico” y aunque actualmente se encuentra en un estado crítico, en un futuro cercano se espera que esta relación sea mucho peor.
Mientras la población mundial siga creciendo, emigrando y descuidando el vital líquido, la demanda del mismo seguirá incrementándose. Aunado a este problema, el cambio climático sigue aumentando la temperatura global de la Tierra y cambiando los patrones de lluvia alrededor del mundo, lo cual también afecta dramáticamente los suministros de agua en diferentes zonas.
El Instituto Mundial de Recursos, ha mapeado la manera en que el estrés hídrico fluctuará entre ahora y el año 2040. En este estudio se consideran variantes como la sequía, las inundaciones, los niveles de agua subterránea y el acceso al agua potable para el consumo humano. Los resultados arrojan cuáles serán las zonas geográficas que más sufrirán ante esta crisis de agua.
El Suroeste de los Estados Unidos será una de las zonas más afectadas de América. Actualmente esta zona se encuentra plagada de incendios forestales. La población en esa zona seguirá creciendo debido a las diferentes industrias que se encuentran en esta región, aumentando la demanda de agua, agravando el problema de incendios que sufre, y creando una situación de desabasto para todos los pobladores del suroeste norteamericano.
Las costas peruanas también tendrán afectaciones severas. El cambio climático causará cambios en los patrones de lluvia en esta zona de Sudamérica y aunque esto en principio significaría que las reservas de agua se verían incrementadas, también significa que las lluvias extremas podrían causar estragos en ciudades de la costa, además de causar que el estrés hídrico en Chile se incremente y el suministro de agua potable sea insuficiente para el país andino.
A pesar de ser uno de los países más industrializados del mundo, Alemania tiene políticas de conservación del agua que llevarían a los europeos a gozar de un estrés hídrico consistente, permitiendo que su población siga teniendo un acceso a este recurso; incluso se proyecta que la demanda de agua disminuya con el pasar de los años debido a las prácticas agrícolas que incluyen las políticas de conservación de agua y la disminución de la población en el país bávaro.
Una de las zonas más áridas del planeta es el Medio Oriente, donde se encuentran 13 de los 16 países con mayor crisis de agua y los índices de estrés hídrico más elevado. Mientras el cambio climático siga incrementando la temperatura del planeta, esta zona se seguirá secando y convirtiéndose en un lugar de condiciones extremas para sustentar la vida. La falta de agua y la pelea por la misma, incrementan la posibilidad de que estalle un conflicto armado en la región.
El noroeste de la India es una de las zonas con mayor actividad agrícola del planeta, ésta actividad representa el 80% del uso total del agua, por lo que es considerada una zona de alto riesgo para que suceda una crisis de agua. Mientras se siga sobreexplotando este suelo, las reservas de agua subterráneas seguirán disminuyendo y mermando la capacidad de abasto para un país que de por si, ya presenta problemas graves por la escasez de este vital recurso.
Estas proyecciones presentadas por el Instituto Mundial de Recursos podrían resultar en la muerte de millones de personas por no tener acceso al agua. La única manera de combatir esto es adoptar medidas que permitan cuidar, racionar y preservar los suministros de la poca agua que nos queda.