Datos satelitales revelan tsunami en Groenlandia Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
3 junio, 2025
Groenlandia no es un lugar en el que se espere un tsunami, solemos asociar estos eventos con el Océano Pacífico. Sin embargo, un estudio que analizó datos satelitales encontró uno que se percibió en gran parte del mundo hace un par de años.
El escenario de este evento fue el fiordo Dickson, al este de Groenlandia. La explicación que se dió originalmente fue que un glaciar sin nombre se había calentado y provocó deslizamientos de Tierra, algo que hasta ahora no se ha comprobado.
Tras la pista de las ondas sísmicas
La historia se remonta a septiembre de 2023. En ese momento comenzó a registrarse una señal sísmica poco común en todo el mundo. Se repetía cada 90 segundos. Permaneció ahí por 9 días. Un mes después se repitió.
Al principio se creyó que una serie de deslizamientos provocados por el derretimiento de un glaciar formaban ondas estacionarias. Estas oscilarían adelante y atrás, de acuerdo con esta hipótesis ese sería el origen de las señales sísmicas. Sin embargo, no se consiguió ninguna prueba de que fuera así.
Durante el primer evento sísmico un buque militar danés visitó la zona. No se encontró ninguna evidencia de las ondas sísmicas que se buscaban.
Una revisión de datos satelitales de altimetría permite conocer nuevos detalles sobre lo que ocurrió hace un par de años. La información que se tomó como referencia incluye la altura de la superficie terrestre (incluyendo a los océanos), así como los registros de el tiempo que tarda un pulso de radar en ir del satélite a la superficie y de regreso.
Una de las limitaciones técnicas iniciales fue que los datos satelitales por sí mismos no eran suficientes, fue necesario crear un método para interpretarlos. Al medir la altura de la superficie ocurren intervalos muy largos entre cada observación. Además, los datos muestran una superficie en una dimensión por debajo del satélite, lo que evita que se reconozcan diferencias en la altura de la superficie.
Para el nuevo estudio que rastreó aquellas ondas extrañas de 2023 se recurrió al Satélite de Topografía Acuática en la Superficie del Océano (SWOT, por sus siglas en inglés). Fue realizado por investigadores de la Universidad de Oxford y los resultados se publicaron recientemente en la revista científica Nature Communications.
El satélite SWOT observa el 90% de la superficie terrestre. Fue lanzado al espacio en diciembre de 2022. Uno de los instrumentos que lleva consigo es el Radar Interferómetro de Vanguardia en en la Banda Ka (KaRIn). Este instrumento utiliza dos antenas colocadas sobre brazos de 10 metros colocados a cada lado del satélite.
Las antenas del instrumento KaRIn trabajan en conjunto para triangular las señales del pulso de radar. Esto les permite medir la altura de la superficie oceánica con una gran precisión, su resolución es de 2.5 metros y abarca una franja de 50 kilómetros de ancho.
Los investigadores realizaron mapas de elevación sobre el fiordo de Groenlandia en diferentes momentos de los tsunamis. Esto permitió reconocer pendientes en donde la diferencia de altura llegaba hasta a dos metros. Se observó que las pendientes apuntaban en direcciones opuestas, lo que indicaba un movimiento en el agua hacia atrás y hacia adelante.
El siguiente paso fue relacionar estos movimientos con mediciones hechas sobre la superficie de la Tierra a grandes distancias. Se tomó en cuenta las condiciones climáticas para evitar confundir el movimiento con las mareas o el viento. De esta forma fue posible reconstruir las características de las ondas durante el tiempo que el satélite no estaba observando.
Thomas Monahan, del Departamento de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de Oxford, señala que nuestra capacidad para medir eventos extremos en regiones alejadas es limitada. Él dirigió aparece como primer firmante del estudio.
“Este estudio muestra cómo podemos aprovechar la próxima generación de tecnologías de observación de la Tierra por satélite para estudiar estos procesos. El SWOT cambia las reglas del juego para el estudio de los procesos oceánicos en regiones como los fiordos donde los satélites anteriores tenían problemas para observar”, menciona Monahan en un comunicado.
Thomas Adcock, quien también participó en el estudio, agrega que su investigación es un ejemplo de los fenómenos que se mantenían como un misterio y se pueden resolver con la siguiente generación de satélites. Afirma que agregarán información sobre eventos extremos en los océanos como tsunamis, marejadas ciclónicas y olas gigantes.
Para estudiarlos será necesaria una mezcla de aprendizaje automático y el conocimiento que se tiene sobre la física de los océanos. De esta forma será posible interpretar los nuevos resultados.
Los eventos climáticos extremos en nuestro planeta seguirán modificándose a partir del cambio climático. El artículo titulado “Observations of the seiche that shook the world” es un ejemplo de cómo interpretar sucesos sobre los que no se tienen antecedentes con la tecnología actual.