Declaran extinto el glaciar Ayoloco en el volcán Iztaccíhuatl Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
23 abril, 2021
Cuando hablamos de cambio climático, muchas veces lo pensamos lejos de nosotros, algo que aunque es real, aún no nos afecta más allá de un poco más de calor en los veranos, un poco más de frío en los inviernos y tal vez una temporada de lluvias extremas.
Pero el cambio climático y el calentamiento global están mucho más cerca de lo que pensamos, y ahora, para darnos cuenta, sólo bastará con voltear al oeste en el horizonte (para los que vivimos en la CDMX), buscar el Iztaccíhuatl y ver que uno de los glaciares que adornaba a este emblemático volcán ya no existe.
El pasado jueves 22 de abril, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) declaró oficialmente que el glaciar Ayoloco se ha extinto. Los expertos llevaban años advirtiendo de la reducción de masa de hielo permanente o permafrost que se podía apreciar en el Ayoloco, uno de las 11 zonas glaciares originales del Iztaccíhualt y decimos originales porque de las 11 que existían ahora solo quedan cinco. Y aunque se considera que el glaciar se extinguió en 2018, no se hizo oficial hasta el pasado jueves.
A 4,626 metros de altura, en la cumbre de “La mujer dormida”, apenas quedan vestigios del hielo que alguna vez abundó en el glaciar Ayoloco. Ahora en su lugar, el director del Instituto de Geofísica de la UNAM, Hugo Delgado Granados y su equipo, instalaron una placa para conmemorar este extinto glaciar y dejar un contundente mensaje a las generaciones futuras:
“Aquí existió el glaciar Ayoloco y retrocedió hasta desparecer en 2018. En las próximas décadas, los glaciares mexicanos desaparecerán irremediablemente. Esta placa es para dejar constancia de que sabíamos lo que estaba sucediendo y lo que era necesario hacer. Solo ustedes sabrán si lo hicimos”.
En esta ceremonia, que se llevó a cabo en el marco del Día Mundial de la Tierra, Delgado también recalcó que una de las consecuencias más graves de la desaparición del Ayoloco, será el impacto que tendrán las comunidades cercanas en el acceso al agua. La falta de grandes masas de hielo en la parte alta de este volcán, incrementarán las temperaturas e inhibirán las precipitaciones, afectando los campos de siembra y la recolección de agua en la zona.
Muchas veces las placas conmemorativas nos recuerdan cosas importantes o que son causa de un gran honor, pero en este caso la placa del Ayoloco debería ser considerada una placa de la vergüenza y una advertencia, no sólo para las generaciones futuras, sino para nuestra generación.
Un recordatorio de que debemos actuar y tomar las medidas necesarias para frenar el cambio climático, porque como ya nos pudimos dar cuenta, este fenómeno está mucho más cerca de lo que pensamos y afecta por igual a todos los que habitamos este planeta.
Y tú, ¿ya estás haciendo algo?