Descubren altar de estilo teotihuacano en Tikal Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
8 abril, 2025
Un hallazgo anunciado recientemente en Guatemala confirma que alguna vez existió contacto entre las culturas teotihuacana y maya. Una estructura con forma de talud-tablero con formas representativas de Teotihuacán fue encontrada en una estructura conocida como Grupo 6D-XV.
Este descubrimiento es resultado de las investigaciones hechas como parte del Proyecto Arqueológico del Sur de Tikal (PAST). El comunicado oficial resalta que es la evidencia más contundente sobre la interacción entre ambas culturas que se ha encontrado en Guatemala.
Vestigios del contacto entre dos culturas antiguas
Las excavaciones comenzaron en 2019. Se realizaron 25 pozos y se excavaron más de 100 metros. Ahí se encontró una casa con organización al estilo teotihuacano. En ella hay un altar que mide 1.10 metros de este a oeste y 1.80 metros de norte a sur.
El anuncio se hizo en el Salón de Banquetes del Palacio Nacional de la Cultura en Guatemala. Los encargados de anunciar el descubrimiento fueron el director del proyecto, Edwin Román Ramírez, así como los investigadores Lorena Paiz Aragón, Alejandrina Coronado Ochoa, Rony Piedrasanta y Cristina García.
Además de la estructura de estilo teotihuacano, los murales del Grupo 6D-XV se encuentran bien conservados. Mediante el análisis arqueológico con tecnología avanzada se reconoció que originalmente se usaron colores rojo, amarillo y azul.
El mural representa a la diosa de la tormenta. Este es un detalle muy importante. Mientras que los mayas dedicaban construcciones a sus gobernantes, los teotihuacanos lo hacían para sus deidades. El descubrimiento apoya la hipótesis de que los teotihuacanos tuvieron influencia política y ritual en Tikal.
De acuerdo con las excavaciones, la construcción de esta estructura se hizo en dos etapas. La primera de ellas se conoce como etapa venado y ocurrió entre los años 300 y 400 antes de la era común. Se reconoce por construcciones residenciales y entierros con materiales teotihuacanos.
La segunda es la etapa cabrito que va del año 400 al 450 antes de la era común. Entonces la residencia se expandió con un altar central, al estilo Plan Plaza 4 de origen teotihuacano.
Los investigadores concluyen que el Grupo 6D-XV tuvo por habitantes a teotihuacanos o personas con fuertes vínculos con esta cultura. Se establecieron en un espacio clave en Tikal y fueron libres de practicar sus tradiciones funerarias y arquitectónicas.
“En eso radica su importancia, porque recuerda muchísimo a los barrios teotihuacanos, con altares centrales. Los rituales se daban a sus propios dioses, el arte es para endiosar a sus deidades. Esto demuestra la importancia de ambas culturas y el carácter cosmopolita de las ciudades prehispánicas”, explica Lorena Paiz Aragón durante la presentación oficial del descubrimiento.
La hipótesis de que las ciudades mayas fueron cosmopolitas se mantiene desde hace tiempo. El hallazgo de una estructura teotihuacana apunta en esa dirección. “La importancia radica en lo que siempre hemos creído: las ciudades Mayas eran cosmopolitas”, declaró Paiz Aragón.Los resultados del estudio de la estructura Grupo 6D-XV en Tikal se publicaron este 8 de abril en la revista arqueológica Antiquity. El título del artículo es “A Teotihuacan Altar at Tikal, Guatemala: Central Mexican Ritual and Elite Interaction in the Maya Lowlands”.