Descubren fósil de dinosaurio en Chicxulub
28 diciembre, 2023
El cráter de Chicxulub en la Península de Yucatán guarda aún muchos secretos. Un equipo de paleontólogos dirigido por el investigador japonés Ishiro Honda encontró restos fósiles de un terópodo muy particular.
El descubrimiento se dio a conocer en conferencia de prensa este 28 de diciembre de 2023. Uno de los detalles que resaltan es que no se puede establecer la edad de los restos.
Un fósil sin edad
Uno de los métodos básicos para establecer la edad de los restos fósiles es la datación por radiocarbono. Sin embargo, este método no ha dado resultados en el fósil recientemente descubierto.
El hallazgo se realizó durante una expedición del S.S. Kaiju en 2019, un barco ballenero que perseguía a una manada de orcas que atravesó el canal de Panamá y siguió hacia el norte. El paleontólogo se encontraba a bordo para justificar los fines científicos de la expedición; se sospecha que las orcas serían llevadas al mercado de mariscos de Fukushima.
Durante la persecución, el barco tuvo una sacudida. Los operadores a cargo revisaron las señales de radar y notaron que daba datos ilógicos, como si tuviera estática.
Un equipo de buzos salió a revisar los alrededores y encontraron el problema: una roca de gran tamaño obstruía la aleta de babor. Para liberar al barco tuvieron que golpearla y notaron que desprendía un brillo extraño. Decidieron subir algunas muestras al barco.
El paleontólogo a cargo examinó las rocas; reconoció que se trataba de un fósil pero no sabía de qué. En el barco no había instrumental científico, sólo herramientas para pescar y congeladores para mantener la carne de cetáceo fresca. El análisis espero hasta el regreso a Japón.
Los marineros confiaban en que fuera oro o algún mineral valioso porque habían perdido a las orcas que perseguían y la expedición había sido un fracaso. Los análisis de laboratorio mostraron que el fósil tenía grandes cantidades de tritio, un isótopo radiactivo.
Honda decidió volver a las costas de Yucatán en 2022, esta vez a bordo de un barco con instrumental científico. Él y su equipo recolectaron diferentes huesos: un fémur, restos de vértebras y la mitad de un hueso de la cadera. Con esto fue posible clasificar al animal al que pertenecieron.
Se trata de un terópodo joven que medía 50 metros de alto. Se sostenía sobre dos gruesas patas que le permitían recorrer grandes distancias en busca de alimento. No se encontraron restos de plantas o animales cerca, se desconoce si se trataba de un herbívoro o carnívoro.
Antes de morir sufrió quemaduras severas. Una de las hipótesis que se manejan es que recibió el impacto del meteorito. Que se encontrara en Chicxulub y tuviera rastros de quemadura parecería suficiente evidencia; sin embargo, un detalle no se puede explicar todavía.
Algunas de las vértebras que se recuperaron indican que el fuego no llegó desde fuera, sino que fue expulsado por la garganta del dinosaurio. Esta explicación no ha sido bien recibida por la comunidad paleontológica. ¿Qué haría un dinosaurio de cuatro veces el tamaño de un tiranosaurio rex escupiendo fuego?
Para resolver esta y otras dudas, Honda y sus colaboradores convocaron a rueda de prensa. “Recordemos que este 28 de diciembre”, comenzó el investigador. “Como todos los días de los inocentes, nada se debe creer ni prestar”, agregó el especialista.