Descubren un segundo campo magnético que rodea nuestro planeta Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
4 diciembre, 2018
Por: Luis Moctezuma
Al pensar en el magnetismo de la tierra pocas veces vamos más allá del centro y los polos. Aunque el campo magnético de nuestro planeta viene, principalmente, del hierro fundido en su centro, existen otras fuentes. Las corrientes de los océanos son otra fuente de magnetismo que difícilmente recordamos. Aunque su intensidad es comparativamente menor a la que viene del centro de la Tierra, también es significativo y hasta ahora enigmático.
Proteger a la Tierra y otras funciones del campo magnético
El magnetismo que irradia el planeta tiene una función vital para nuestra existencia: protegernos de la radiación solar. El campo electromagnético forma un escudo que desvía muchos de los rayos solares que se dirigen a la Tierra. Sin él las condiciones de vida serían muy diferentes ya que recibiríamos una radiación mucho más intensa.
Si los rayos solares entraran sin ningún filtro a nuestra atmósfera, las señales eléctricas no viajarían de la misma forma. Además de su función ancestral de proteger al planeta y sus formas de vida, el campo magnético permite que nuestra tecnología de comunicación funcione. Esto se ha experimentado en algunos eventos como la llamada “Tormenta de Halloween” en 2003; en aquella ocasión los sistemas de comunicación fallaron y se tomaron medidas como cambio de ruta en vuelos.
Los mares y su magnetismo
La Agencia Espacial Europea (ESA) se dedicó a registrar la actividad magnética de los mares de forma satelital. La misión comenzó en 2013. Se enviaron 3 satélites a la órbita terrestre para medir el campo magnético. Su nombre en conjunto fue “Enjambre” (Swarm). Recolectaron información que permitió la creación de un mapa 3D en que se observan los cambios sobre la superficie del planeta.
El movimiento de la marea modifica el campo magnético. El mapa que se hizo a partir de la medición de los satélites permitió crear una breve animación en donde se observa este fenómeno. Aún falta analizar estos resultados, ya que existen otros fenómenos que participan en el comportamiento de las mareas como la rotación de la Luna.
El campo magnético provocado por las corrientes oceánicas es 20 mil veces más débil que el campo magnético total de la Tierra. Su magnitud es de entre 2 y 2.5 nanoteslas desde el punto en que los satélites observaron su comportamiento. Aunque su influencia es mínima para el comportamiento de la Tierra, ahora sabemos que el magnetismo oceánico está ahí y habrá que estudiarlo más a fondo.
El magnetismo terrestre en constante movimiento
El mapa que ha creado la ESA con la información del Enjambre nos recuerda que el campo magnético de nuestro planeta no está fijo. Incluso aquel que proviene del centro de la Tierra se mantiene en constante movimiento. En la historia del ser humano ya han habido cambios importantes en la posición de los polos magnéticos. Posiblemente en los próximos 2000 años se habrán invertido, aunque eso es algo difícil de predecir.
Los polos magnéticos no coinciden con los geográficos. Este año el norte magnético se encuentra muy cerca del geográfico: a 390 km, se estima que se mantendrá así por dos años y después se alejará en dirección a Europa. Incluso esa gran fuerza magnética que siempre hemos tomado como referencia se mueve, de ahí la importancia de comprender a otras fuentes de magnetismo. Si entendemos lo que pasa con el campo magnético de nuestro planeta será más probable adaptarnos a los cambios.
Aún no comprendemos claramente lo que pasa en los océanos. Sabemos que hay un campo magnético en movimiento generado por estos cuerpos de agua salada. También que su aporte en magnitud es pequeño en comparación con otras fuentes de magnetismo. El campo magnético de la Tierra funciona como un escudo ante la radiación solar. Si este cambia habrá una repercusión en nuestro entorno y habrá que estar listos para ella.