Después de 33 años de prohibición, Japón vuelve a permitir la caza comercial de ballenas Copiar al portapapeles
POR: Antonio Medina
7 julio, 2019
Hace exactamente 33 años, en 1986, la Comisión Ballenera Internacional (IWC por sus siglas en inglés) levantaba una prohibición para la caza comercial de ballenas esperando que las mermadas poblaciones de cetáceos se recuperaran. A pesar de que algunos países inicialmente se rehusaron a acatar la medida, finalmente casi todos los países aceptaron la prohibición y se alinearon como la IWC. Pero a partir del 1 de julio de 2019, Japón ha decidido levantar la prohibición y reanudar las actividades de caza comercial de ballenas.
¿La razón? Según los expertos de la Agencia de Pesca de Japón, la caza de ballenas es una actividad milenaria que realizaban sus antepasados y la cual forma parte importante de su cultura culinaria, por lo cual exigen respeto a sus tradiciones y que se les permita ser libre de cazar y consumir lo que han estado consumiendo desde hace siglos.
Se calcula que de 1985 a 2017, Japón cazó con propósitos “científicos” cerca de 17,000 ballenas, lo que representa más de 500 ballenas por año. Las ballenas eran utilizadas en algunas investigaciones, pero finalmente terminaban siendo vendidas a restaurantes y mercados para vender su carne, por lo que se sospecha de la doble intención de dicha caza “científica”. Tan solo en 2017 y 2018, los nipones cazaron 596 ballenas, la mayoría de ellas en la Antártida.
Ahora el número es mucho menor, pero igual de alarmante. Se ha fijado una cuota de caza de 227 ballenas de tres especies diferentes, de las cuales solo 1 se encuentra en peligro de extinción, la ballena Sei. Este número se desglosa de la siguiente manera:
- 150 Ballenas Byrde.- Miden entre 13.7 y 14.5 metros y pesan entre 16 y 18.5 toneladas
- 52 Ballenas Minke.- Miden entre 8 y 10 metros y pesan alrededor de 9 toneladas
- 25 Ballenas Sei.- Miden entre 13.6 y 16 metros y pesan entre 20 y 25 toneladas.
Pero de acuerdo con los expertos este número es solo la punta del iceberg, pues se espera ue para 2020 este crezca sustancialmente.
Por ahora la caza solamente estará permitida en una zona de exclusión que abarca 370 kilómetros desde las costas de la nación asiática y las aguas internacionales seguirán con la prohibición y bajo la vigilancia de la comunidad internacional.
Japón se une a Islandia y Noruega como los únicos tres países en el mundo entero que permiten la caza comercial de ballenas y a pesar de que esta actividad sea considerada como parte de la cultura japonesa, parece dar un paso atrás en el intento de preservar a todas las especies del planeta, sobretodo cuando se realiza para satisfacer una demanda extremadamente baja, como es la del consumo de carne de ballena en Japón.