Detectan por primera vez una señal de radio periódica que llega desde otra galaxia cada 16 días Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 febrero, 2020
Las ráfagas de radio son un fenómeno poco conocido hasta ahora. Desde 2007 se han catalogado más de 100 de ellas, provienen de distintas partes del universo pero no se sabe qué las provoca. Lo que se sabe de ellas es que duran unos pocos milisegundos y desaparecen. Apenas 10 de las que se han registrado tuvieron alguna repetición. Recientemente un grupo de investigadores publicó un artículo en arXiv.org en donde documentan una señal de radio que se repite aproximadamente cada 16 días.
Un beat extragaláctico
Las ráfagas de radio, también conocidas como FRB (Fast Radio Burst, en inglés) tienen un origen fuera de nuestra galaxia. Son brillantes y duran apenas unos milisegundos. Algunas de ellas llegan a repetirse, lo que descarta que su origen sea un cataclismo. Cuando esto pasa la repetición viene desde unos milisegundos hasta algunos días después.
Lo común en las FRB es que aparezcan esporádicamente sin ningún patrón regular. Desde el radiotelescopio del Proyecto de Mapeo Experimental de la Intensidad de Hidrógeno en Ráfagas de Radio Canadiense (CHIME/FRB) se encontró una que sigue un patrón. Su nombre, por ahora, es 180916.J0158+65. Se registraron 28 ráfagas desde el 16 de septiembre de 2018 hasta el 30 de octubre de 2019.
Durante poco más de 13 meses se registraron las ráfagas durante el día canadiense. Las FRB no siempre estuvieron ahí pero cuando aparecían mantenían una regularidad nunca antes vista en otras partes del universo. No se trata de un proceso esporádico. Los investigadores sugieren que hay un mecanismo que modula la aparición de esta ráfaga, otra opción es que de forma externa algo absorba o amplifique esta señal para que llegue de esta forma hasta la Tierra.
Algunos medios se han referido a esta señal como un beat. La analogía musical no es del todo descabellada, ya que sigue un patrón con un ritmo marcado. El periodo total era de 16 días. Durante 4 de ellos se registraban de una a dos ráfagas por hora. Los 12 días siguientes no se recibían señales. Este ciclo se repitió con cierta regularidad durante el periodo de observación.
“Esto es muy significativo”, afirmó Duncan Lorimer, astrofísico de la Universidad del Oeste de Virginia, quien participó en la investigación. “Potencialmente nos llevará en una dirección interesante para llegar al fondo de estas repetidoras”, agregó. Hasta ahora se sabe poco sobre las FRBs y este descubrimiento abre una nueva serie de posibilidades para comprenderlas.
Las explicaciones posibles que se dan por ahora son 3. La primera es que el origen de la FRB realiza una órbita alrededor de un objeto de gran masa como una estrella o un hoyo negro. La segunda es que un viento estelar acompañe a la señal de radio, esto haría que en ocasiones la aumente y en otras la bloquee. La última es que las ráfagas, o al menos una de ellas viaje emparejada con algo más.
Una característica particular de esta FRB es el sitio donde se ubica. Se encuentra en una región donde se forma una galaxia espiral; esto ocurre aproximadamente a 500 millones de años luz de distancia. Para comprender mejor lo que pasa en esa parte del universo serán útiles observaciones con otro tipo de dispositivos. Telescopios basados en rayos X o gamma serán útiles para despejar dudas sobre 180916.J0158+65. Por ahora es una de esas agujas que los astrónomos han descubierto en el pajar cósmico.