Distancias espaciales Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
4 febrero, 2017
Alguna vez te has preguntado ¿por qué durante una tormenta con rayos, primero ves la luz y después escuchas el trueno? Esto se debe a que la luz viaja más rápido que el sonido.
De hecho, hasta hace poco, se sabía que nada podía viajar más rápido que la luz, a una velocidad de 299,792,458 metros por segundo o 300,000 km/s. Sin embargo, la Organización Europea para la Investigación Nuclear expresó, con base en un experimento, que habían encontrado que los neutrinos podían viajar unas millonésimas de segundo más rápido que la luz. Esto no ha sido aclarado ni confirmado del todo, ya que de ser así, las leyes de la naturaleza en las que basamos casi todo nuestro conocimiento, estarían erróneas.
¿Podríamos viajar a la velocidad de la luz?
La velocidad de la luz es una constante, esto quiere decir que nunca cambia a pesar de las circunstancias. Todavía no se ha descubierto la manera de viajar a tal velocidad. De hecho, sabemos que con las características actuales de nuestro cuerpo esta idea es meramente imposible, ya que las partículas de nuestro cuerpo no resistirían la energía, ocasionando que explotáramos de inmediato.
Pero aún si lográramos viajar a la velocidad de la luz, nos tardaríamos mucho tiempo en llegar a distintos puntos del universo. Muchos cuerpos celestes que somos capaces de observar están realmente lejos, a una distancia de años luz.
Para tener más claro este concepto, un año luz es igual a casi 10 billones de kilómetros. Por ejemplo, para caminar un año luz (a una velocidad promedio de 5 km/h) tardaríamos 225 millones de años en completar el viaje. Si en vez de ir caminando fuéramos en la nave más veloz del mundo, tardaríamos 90,000 años en alcanzar esta distancia.
También cabe la posibilidad de que lo que estemos observando en el universo ya no exista. Esto se explica porque la distancia entre un astro y otro esta calculada en años luz. Lo que quiere decir que la luz que vemos de ese astro tardó millones de años en llegar a nosotros, por lo que posiblemente el astro haya cambiado o se haya extinguido a lo largo de todo ese tiempo.
Un ejemplo claro sería Venus, que está a 40 millones de km de la Tierra, o sea que su luz tarda 2.22 minutos en llegar a la Tierra, así que el "lucero de la mañana" que nosotros vemos es en realidad 2.22 minutos más viejo que el real.