El antílope saiga es un ejemplo de triunfo en la conservación de especies Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
13 diciembre, 2023
El antílope saiga es una especie que habita Asia central. En 2005 sobrevivían 39,000 ejemplares en Kazajistán, hoy su población está cerca de los 2 millones.
Esta especie que compartió la estepa euroasiática con los mamuts lanudos es una muestra de que los esfuerzos de conservación dan resultados. Hace menos de dos décadas estaba al borde de la extinción y ahora ha salido de la lista roja.
Una historia de éxito para conservar una especie animal
El antílope saiga sobrevivió gracias a la combinación de esfuerzos entre distintas instituciones. El gobierno de Kazajistán, sus países vecinos, organizaciones dedicadas a la investigación y organizaciones no gubernamentales participaron en su recuperación.
Esta especie estaba en la categoría “en peligro crítico”. Ahora ha pasado a “casi amenazada”. “Son un símbolo cultural de la estepa y simbolizan... la libertad”, señala la profesora Dame Eleanor Jane Milner Gulland de la Universidad de Oxford.
Milner Gulland es cofundadora y directora de la Alianza de Conservación Saiga. En un comunicado que publica la Universidad de Oxford se recuperan algunas de sus declaraciones en una transmisión del 12 de diciembre para la BBC.
“Todo el mundo estaba empujando en la misma dirección”, comentó la activista “Los habitantes locales tienen que ser capaces de mudarse a otros estilos de vida... Hubo una gran atracción hacia la caza furtiva”, agregó.
Las medidas para proteger esta especie son varias. El gobierno de Kazajistán ha promovido iniciativas contra la caza furtiva, medidas rigurosas de aplicación de la ley y los controles fronterizos. Además, ha establecido nuevas áreas protegidas por el estado.
Para la conservación de los antílopes saiga se recurrió a un par de acuerdos. Por una parte está la Convención de Especies Migratorias de Animales Salvajes (CMS) permitió el trabajo conjunto del gobierno y las organizaciones civiles activas en la zona que habita esta especie. Esto permitió que implementaran el Programa de Trabajo Internacional sobre la Conservación y Uso Sostenible del Antílope Saiga, en coordinación con la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Para cumplir con las medidas de protección y las leyes contra la caza furtiva se establecieron áreas clave de su hábitat. En ellas se monitorea la población. Al mismo tiempo en las comunidades se realizaban tareas de concientización y se formaron grupos de guardabosques comunitarios.
En Kazajistán la recuperación ha sido exitosa; sin embargo, no se puede descuidar a los antílopes saiga de los países vecinos. En 2016 en Rusia había 4,500, la población actual es de 38,000.
En Uzbekistán se descubrieron los primeros en 2021 en la Región del Mar Aral, entonces eran 200, actualmente se tiene registro de 500. Los 300 restantes habitan zonas en que las barreras humanas a la migración les impiden desplazarse.
En el caso de las subespecies de Mongolia, el primer registro poblacional se hizo en 2018 y había 3,391. Actualmente su población es de 15,540.
Para que la recuperación de una especie sea exitosa es indispensable una combinación de distintos factores. La especie debe sobrevivir a la caza furtiva, el comercio ilegal, enfermedades, el cambio climático y la influencia de nueva infraestructura. Con todo eso es capaz de recuperar su papel en el ecosistema dentro de su área de distribución.
Los antílopes saiga han poblado la tierra desde la última edad de hielo. Sobrevivieron a otras especies icónicas como los mamuts lanudos o los tigres dientes de sable. Desde entonces han jugado un papel crucial como un herbívoro selectivo, con influencia en las estructuras vegetales, la distribución y al mismo tiempo como soporte de la biodiversidad a través de su hábitat.
Existen dos subespecies de antílope saiga. Saiga tatarica tatarica habita la mayor parte de su hábitat. Por su parte, Saiga tatarica mongolica habita únicamente en Mongolia. La población de estos antílopez ha disminuido en comparación con el siglo pasado.
Rusia es un ejemplo de los cambios que ha sufrido su población. A principios de la década de los 90 se estimaba una población de 1 millón de antílopes saiga. Para 2003 sobrevivía apenas el 6%.
Los antílopes saiga aparecieron recientemente en el documental Planet Earth III de la BBC. En él el divulgador científico describe a esta especie de la siguiente forma: “Animales pequeños pero duros que vivían junto a mamuts lanudos”.