El aumento en el nivel del mar lleva a un cactus americano a la extinción Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 julio, 2024
El cactus de cayo largo es el primer caso de extinción local en Estados Unidos a causa del aumento en el nivel del mar. Esta especie tenía una población única en nuestro país vecino y las condiciones del suelo terminaron con ella.
En algunos otros lugares crece esta especie; sin embargo, es un ejemplo de lo que puede ocurrir con otras especies vegetales ante el aumento en el nivel del mar. Los detalles fueron publicados en un estudio que aparece recientemente en la revista científica Journal of the Botanical Research Institute of Texas.
Una extinción local con detalles sobre los cambios en el suelo
El nombre científico del cactus de cayo largo es Pilosocereus millspaughii. En Estados Unidos su población se limitaba a uno de los cayos de Florida. Estos cactus aún crecen en lugares como el norte de Cuba y parte de las Bahamas.
En Estados Unidos fueron descubiertos en 1992. Desde entonces se les monitoreó con intermitencia. Para 2021 su situación ya era crítica.
Originalmente se conocía una población de 150 individuos. En 2021 sobrevivían apenas seis fragmentos enfermos. Un grupo de investigadores rescató estos fragmentos para cultivarlos fuera de su hábitat como una forma de supervivencia.
El aumento en el nivel del mar ha cambiado las condiciones en que vivían estos cactus. Son varios los factores que afectaron a los cactus de cayo largo en Florida. Por una parte el aumento del nivel del mar llevó agua salada a un suelo que no estaba acostumbrado. Además, los suelos de esa región padecen agotamiento a causa de los huracanes. Finalmente, las especies de mamíferos herbívoros habían ejercido presión sobre estos cactus.
Es poco lo que se sabe de esta especie de cactus que crecía aislado en un manglar. Por algún tiempo se le consideró parte de una especie similar que habita florida y también se encuentra en peligro: Pilosocereus robinii o cactus del cayo.
Ambas especies tienen una apariencia similar. Ambas tienen tallos que crecen perpendiculares al suelo a alturas de más de 20 pies de alto, poco más de 6 metros. Las dos tienen flores color crema con un olor similar al ajo que reflejan la luz de la luna, esta atrae a los murciélagos que la polinizan. También tienen en común frutos rojos rojos y púrpuras que atraen a mamíferos y aves.
“La diferencia más llamativa es el penacho de pelos largos y lanudos en la base de las flores y frutos”, describe en un comunicado Alan Franck. Él administra actualmente la colección herbaria en el Museo de Historia Natural de Florida.
Además, el pelo del cactus es tan grueso que da la apariencia de cubrir de nieve al cactus. Una diferencia importante es que las espinas del cactus de cayo largo miden el doble de las de sus parientes cercanos.
En 2019 Franck fue el encargado de confirmar que se trataba de una población única. Durante el último siglo esta especie ha sido amenazada por la presión medioambiental. El aumento en el nivel del mar fue la última variable que se agregó a esta presión y el número de individuos del cactus se redujo de forma peligrosa.
En 1917 el botánico John Small señalaba que el cactus del cayo era abundante en la zona. Sin embargo, se enfrentaba a amenazas como la tala tanto para conseguir leña como para realizar construcciones nuevas. Además advertía que había poco interés en este cactus.
En 1984 se enlistó al cactus del cayo como especie amenazada. Entre 1994 y 2007 su población se redujo en 84%. En 2007 comenzó un monitoreo anual de su población.
Un estudio de 2012 encontró conexión entre el incremento en la salinidad de la región y la mortalidad de los cactus. Esto fue a partir de una tormenta que ocurrió en los cayos.
A partir de entonces comenzó una tarea de recolección de estas especies para su conservación. Se conservan individuos en macetas en la ciudad de Coral Gables, en Florida. También se guardan semillas tanto de plantas silvestres como de cultivo dentro de un banco para la conservación a largo plazo.