El cambio climático amenaza un tercio de la producción de alimentos en el mundo Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
18 mayo, 2021
Elevación de la temperatura, fenómenos extremos como sequías e inundaciones son sólo algunos de los efectos del cambio climático. Un estudio realizado por investigadores, en su mayoría finlandeses, analizó el riesgo que representa para la producción de alimentos. El equipo de investigación creó el concepto de “espacio climático seguro”. Para que actividades como la agricultura o la ganadería sigan desarrollándose adecuadamente deben permanecer en uno de ellos y con los cambios en las condiciones climáticas grandes áreas que actualmente se usan para producir alimentos quedarán fuera.
Donde ya no producir alimento
Existen diferentes factores que influyen en la capacidad de una región para producir alimentos. Por una parte, los espacios climáticos seguros se reducirán a partir de la década del 2080, de acuerdo al estudio titulado “Riesgos de castigo a un tercio de la producción mundial de alimentos por el cambio climático fuera de los espacios climáticos seguros”. Por otro lado, muchas de las naciones en regiones vulnerables como el sur y sureste de Asia, la región de Sahel al sur del Sahara en África también presentan baja resiliencia.
El equipo de investigadores consideró dos panoramas futuros distintos. En el primero se mantiene el incremento indiscriminado de gases de efecto invernadero. En el segundo se controlan para evitar que la temperatura se eleve entre 1.5 y 2 grados Celsius, como está contemplado en el Acuerdo de París.
“Nuestra investigación muestra qué tan rápido puede ser el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero fuera de control para fin de siglo, que llevaría a que más de un tercio de la producción actual caiga en condiciones en las que ya no se podrá producir como se hace ahora, eso es nuestro espacio climático seguro”, explica Matti Kummu, quien se desempeña como profesor de agua global y asuntos de comida en la Universidad de Aalto, en Finlandia.
Para el estudio los investigadores consideraron tres variables: lluvia, temperatura y aridez. De acuerdo a Kummu, las áreas afectadas se reducen considerablemente en el escenario donde la temperatura se eleva entre 1.5 y 2 grados Celsius. Los cambios en las tres variables afectarán con mayor fuerza a las zonas con menor capacidad de adaptarse a los cambios.
La producción de alimentos como la conocemos hoy en día es resultado de un proceso largo en el que hubo pocos cambios climáticos. Desde la última edad de hielo la temperatura subió lentamente, lo que permitió que cultivos y ganado se adaptaran a un clima sin alteraciones. La acumulación de gases de efecto invernadero ha acelerado el ritmo al que sube la temperatura y las especies de las que nos alimentamos no se adaptarán rápidamente, de acuerdo al estudio.
Para el estudio se consideró a 27 de los cultivos más importantes y 7 diferentes tipos de ganado. Además de la capacidad de las especies, influye la capacidad de las sociedades en que se producen los alimentos para adaptarse a los cambios en el clima. Se consideró a 177 países en el estudio; de ellos únicamente 52 estarían fuera de riesgo ante los cambios en el clima; entre ellos está la mayor parte de Europa.
En los países con poca capacidad para adaptarse a los cambios las pérdidas serán de casi el 95% de espacios climáticos seguros. Entre ellos están naciones como Benín, Camboya, Ghana, Guinea Bisáu, Surinam y Guyana. En naciones como estas de baja resiliencia se produce el 20% de los cultivos a nivel mundial y 18% del ganado. El problema con los cambios que provoca el cambio climático no se reduce a la producción que nuestra especie realiza voluntariamente. Muchas áreas naturales también quedarán fuera de los espacios climáticos seguros. Como ejemplo de esto está el bosque boreal que atraviesa Norteamérica, Rusia y Europa, actualmente es la zona climática más grande del mundo. De acuerdo a los cálculos de los investigadores, en el mejor de los escenarios, pasará de 18 millones de kilómetros cuadrados actualmente a 14.8 millones de kilómetros cuadrados para 2100; en caso de no frenar las emisiones de gases de efecto invernadero se reduciría hasta los 8 millones de kilómetros cuadrados.
No sólo los espacios aptos para producir alimentos se ven afectados por el cambio climático. De acuerdo al profesor Kummu el bosque seco tropical y las zonas de desierto tropical son cada vez más grandes. “Si nuestras emisiones crecen, el crecimiento en las áreas desérticas será especialmente problemático porque en esas condiciones prácticamente nada es capaz de crecer sin irrigación. Para el final de este siglo, podríamos ver más de 4 millones de kilómetros cuadrados de nuevo desierto alrededor del planeta”, sentencia el especialista.
Fuentes: Aalto University