El cambio climático también afecta a la producción de vino francés Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
30 agosto, 2019
Decía Napoleón sobre la champaña que en la victoria te la mereces y en la derrota la necesitas. No queda claro si pasamos por una victoria o una derrota pero las uvas que se usan para producir vino en Borgoña, una región cercana a donde se produce la champaña, se están desarrollando más rápido. Un estudio publicado recientemente por la Unión Europea de Geociencias (EGU, por sus siglas en inglés), relaciona este cambio en el ritmo de la cosecha con el aumento de temperatura.
Un clima más caluroso, una cosecha más rápida
Se analizaron 664 años de cosechas de uvas en Borgoña. Fueron las últimas 3 décadas las que mostraron un comportamiento diferente a lo que se había visto antes. Con un promedio de 13 días antes, las cosechas de 1988 hacia 2018, mostraron ser diferentes a las anteriores. La explicación que se da es que el clima se ha vuelto más caliente y seco, lo que ha modificado el crecimiento de las uvas.
El director del estudio fue Thomas Labbé, investigador de las Universidades de Borgoña y Leipzig. Para llegar a este resultado compiló una serie de documentos que se remonta a 1354. Las fuentes van desde registros de pagos hasta reportes periodísticos. Para nuestro investigador, los resultados se agruparon en dos grupos, antes de 1987 y después de 1988.
La fecha habitual de cosecha solía ser el 28 de septiembre. Así fue durante 6 siglos pero en 1988 algo cambió. A partir de entonces las cosechas empezaron a darse en promedio 13 días antes. En el primer periodo los años secos y cálidos eran poco comunes, mientras que en las últimas 3 décadas se han convertido en la regla.
Las uvas son un cultivo muy sensible al clima. Tanto la temperatura como la lluvia influyen fuertemente en ellas. Christian Pfister, profesor del Centro de Investigación para el Cambio Climático de Oeschger, de la Universidad de Bern, en Suiza, agrega: “No esperábamos que esa tendencia por el calentamiento acelerado desde la mitad de los 1980s fuera tan clara”.
Como referencia para el estudio se utilizaron registros de la temperatura en País durante los últimos 360 años. En ellos se encuentran las temperaturas de Beaune, una población Borgoñesa, durante el mismo tiempo que se analizaron las fechas de cosecha. Gracias a la relación de estos datos es que los investigadores llegaron a sus conclusiones.
Para algunos el cambio climático es un evento lejano que ocurre en regiones del planeta alejadas y con climas exóticos pero está en todas partes. Incluso un producto elaborado en un país templado, como Francia, recibe el impacto del cambio climático. Ya antes se han hecho advertencias sobre otros productos como el café o el chocolate. Ahora el vino se une a la lista de lo que ha cambiado en los últimos años por efecto del clima, y seguirá haciéndolo.
El Profesor Pfister concluye: “Esperamos que la gente comience a considerar de forma realista la situación presente del planeta”. Las uvas para el vino de Borgoña están cosechándose antes como consecuencia del clima. En materia de producción esto podría verse como un logro pero, ¿realmente es una victoria? Es muy probable que en esta ocasión, no sea que merezcamos como especie una buena copa, sino que la situación es tan grave que la necesitamos.