El canto de las estrellas Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Las estrellas podrían estar haciendo sus propias melodías, sin embargo, es imposible para el humano percibir estos sonidos.
La superficie de una estrella está en constante movimiento: su exterior fluye con el plasma y con frecuencia nuevos materiales se adhieren a ésta; esto es gracias a la inmensa atracción gravitacional de la estrella. Estas actividades caóticas pueden producir un sonido distintivo en la superficie del astro.
Por desgracia, el humano es incapaz de escuchar la melodía que produce el movimiento tan volátil de la estrella. Según los científicos, resulta que este sonido podría estar en una frecuencia 6 millones superior a la que percibe cualquier mamífero. Al mismo tiempo, el espacio es un vacío, por lo que, aunque tuviéramos oídos súper-biónicos, el sonido se perdería y jamás podría llegar a nosotros.
Este descubrimiento se hizo mientras los científicos analizaban el movimiento del plasma con un ultra láser. Justo una billonésima de segundos después de que el plasma fue golpeado con el láser, el plasma se dispersó rápidamente, de zonas de alta densidad a las de baja densidad. Este rápido movimiento creó un ligero cuello de botella que provocó que el plasma se acumulara entre ambas zonas. La acumulación de presión restante y la colisión de iones de plasma generaron una serie de pulsaciones de ondas sonoras con frecuencia de casi un billón de hertz. En comparación, los delfines o los murciélagos, que son de los mejores oyentes del planeta, pueden escuchar 100,000 hertzios; los seres humanos tan solo 20,000.
John Pasley, físico de la Universidad de York y uno de los científicos del proyecto, cree que el único lugar en la naturaleza donde se puede ver esta interacción de plasma, y por consiguiente escuchar el resultante acústico, podría ser en la superficie de una estrella. “Cuando están acumulando nuevo material, las estrellas podrían generar sonido de una manera muy similar al que observamos en el laboratorio; por lo que las estrella podrían estar cantando”. Sin embargo, la acumulación de material es normalmente en estrellas jóvenes, por lo que nuestro maduro sol pudiera ya no tener voz.