El GPS biológico de las tortugas marinas: cómo encuentran su camino con el campo magnético de la Tierra Copiar al portapapeles
POR: ChemaTierra
16 junio, 2025
Durante millones de años, las tortugas marinas han recorrido los océanos del planeta con una precisión que desafía la lógica. ¿Cómo puede un animal viajar más de 15,000 kilómetros a través del océano abierto —sin referencias visuales ni puntos fijos— y aun así regresar, con asombrosa exactitud, al mismo sitio donde nació?
La respuesta está en un superpoder natural: la capacidad de detectar el campo magnético terrestre y usarlo como una especie de GPS biológico.
Una brújula integrada desde el nacimiento
Las investigaciones más recientes han demostrado que las tortugas marinas —como la tortuga laúd (Dermochelys coriacea) y la tortuga caguama (Caretta caretta)— tienen una magnetorrecepción altamente desarrollada: un sentido que les permite percibir variaciones en el campo magnético de la Tierra. Este campo, que se extiende desde el núcleo del planeta hacia el espacio, varía sutilmente en diferentes regiones según su intensidad y ángulo de inclinación.
Durante los primeros momentos de vida, al salir del cascarón y dirigirse al mar, las crías de tortuga marcan en su memoria la “firma magnética” del lugar donde nacieron. Este fenómeno se conoce como impronta geomagnética, y funciona como si la tortuga registrara el “código postal magnético” de su playa natal.
Décadas después, al llegar a la madurez sexual, las hembras regresan a esas mismas playas a desovar, guiadas no por la vista ni por la memoria del paisaje —que a menudo ha cambiado— sino por la lectura precisa de ese campo magnético grabado desde su nacimiento.
¿Cómo funciona el “GPS” de las tortugas?
El campo magnético terrestre tiene dos componentes clave que las tortugas pueden detectar:
- La intensidad del campo magnético: varía con la latitud, siendo más intensa en los polos y menos intensa en el ecuador.
- La inclinación o ángulo magnético: es el ángulo entre el campo magnético y la superficie terrestre. También varía geográficamente.
Estas dos variables combinadas crean un patrón único en cada lugar del planeta, algo así como una huella digital magnética. Al parecer, las tortugas pueden interpolar su posición al comparar el campo magnético local con la firma registrada de su lugar de nacimiento.
Un estudio publicado en Current Biology en 2015 encontró que las poblaciones de tortugas en distintas regiones muestran patrones genéticos más similares en lugares con campos magnéticos similares, lo que indica que la navegación magnética está estrechamente ligada al éxito reproductivo y a la evolución de sus rutas migratorias.
¿Cómo sabemos esto?
La ciencia ha podido comprobar esta capacidad gracias a décadas de observación, estudios con tortugas marcadas, y más recientemente, experimentos controlados con campos magnéticos artificiales.
En uno de los experimentos más famosos, dirigido por la investigadora Kenneth Lohmann en la Universidad de Carolina del Norte, se colocaron tortugas jóvenes en un tanque rodeado de bobinas electromagnéticas. Al simular campos magnéticos de distintas regiones del planeta, las tortugas nadaban en la dirección que las llevaría a su ruta migratoria correcta, según la región simulada. ¡Sin ver el océano, sin mapas, solo con magnetismo!
Estos hallazgos también han sido respaldados por estudios de la NOAA, la Sea Turtle Conservancy y por artículos divulgativos de medios como National Geographic, que han destacado la asombrosa precisión de estos animales en sus migraciones de miles de kilómetros.
El reto de conservar su brújula
Aunque este sistema de navegación es extraordinariamente preciso, no es infalible frente a las amenazas humanas.
Algunos factores que afectan su orientación incluyen:
- Contaminación luminosa en las playas, que desorienta a las crías al momento de su primer ingreso al mar.
- Construcciones costeras y urbanización, que pueden modificar la firma magnética local.
- Interferencias electromagnéticas producidas por cables submarinos, infraestructura y dispositivos.
- Cambio climático, que altera la temperatura de las arenas y, por ende, la proporción de nacimientos hembras/machos, afectando sus poblaciones.
Conservar sus rutas es conservar su memoria
Las tortugas marinas son testigos vivientes de una Tierra antigua, anterior a los mapas, los satélites y los relojes. Su brújula natural ha guiado sus migraciones por más de 100 millones de años. Pero ese sistema increíble depende de un planeta estable, con mares limpios, playas protegidas y un campo magnético sin interferencias.
Cada vez que protegemos una playa de anidación o evitamos encender luces artificiales en zonas costeras, estamos ayudando a una tortuga a encontrar su camino de vuelta a casa.
Fuentes:
- Lohmann, K. J., et al. “Geomagnetic imprinting: A unifying hypothesis of long-distance natal homing in salmon and sea turtles.” PNAS, 2008.
- Brothers, J. R., et al. “Natal homing in sea turtles: magnetic signatures of natal beaches persist despite geomagnetic drift.” Current Biology, 2015.
- National Geographic: “Sea Turtles Use Earth’s Magnetic Field as Global GPS.”
- NOAA Fisheries: “Sea Turtle Navigation and Migration.”
- Sea Turtle Conservancy: “Magnetic Orientation.”