El legado de Cassini: después de 20 años de exploración espacial, ¿qué sigue? Copiar al portapapeles
POR: Alejandra Almed
28 mayo, 2019
Después de descubrir que Encelado tiene varios de los ingredientes necesarios para la vida, la sonda trazó la nueva ruta de exploración espacial: “mundos oceánicos”, que en la última década ha sido el principal objetivo de la agencia espacial estadounidense.
También ha sido un modelo a seguir para la misión Europa Clipper, que será lanzada en el 2020. Se planea que esta misión logre orbitar docenas de veces la helada luna oceánica de Júpiter, Europa, y descubrir si realmente este mundo podría ser habitado. La aproximación de Europa Clipper a la luna de Júpiter, así como su método de investigación, está influenciado en el que se utilizó para Cassini. La sonda volará cerca del gigante gaseoso, en este caso Júpiter, para utilizar la asistencia gravitacional y así llegar a Europa, tal cual lo realizó Cassini en su momento con Titán.
De hecho algunos de los científicos e ingenieros que trabajaron con Cassini están ahora trabajando con Europa Clipper en la innovación de nuevas tecnologías y el desarrollo de las siguientes generaciones de los instrumentos que hicieron tan especial a Cassini. Incluso todo lo que la nave aprendió en el camino es un referente para la siguiente exploración. Por ejemplo, la manera en que Cassini se acercó y abordó los géiseres en Encelado está ayudando a planear la manera en que se estudiará la actividad glaciar que también se ha confirmado en Europa.
De igual manera, se ha pensado en futuras misiones para continuar todo lo que Cassini reveló por su pasó en el sistema del Señor de los Anillos. Aunque aún no existe nada escrito, el programa de New Horizons de la NASA tiene entre sus planes regresar a Titán y Encelado para seguir la incansable búsqueda de vida extraterrestre.
Gracias al muestreo que ha mandado Cassini en sus últimos días de la atmósfera del gigante gaseoso, también se están sentando las bases para crear una sonda dedicada a explorar la zona atmosférica de los planetas gaseoso.
Próximo destino: Los Gigantes de Hielo.
Desde hace tiempo, los científicos tienen los ojos fijos en los últimos dos planetas del sistema solar. Urano y Neptuno, los Gigantes de Hielo, únicamente han sido visitados por el sobrevuelo de Voyager 2 en 1986 y 1989 respectivamente. Estos dos planetas contienen materiales como agua, amoniaco y metano en estado congelado, característica que los hace sumamente diferente a sus predecesores, los gigantes gaseosos, compuestos principalmente por hidrógeno y helio, y a los planetas rocosos como la Tierra y Marte.
Urano visto por la sonda Voyager 2 en 1986. (Crédito: NASA / JPL).
Aun existen muchas incógnitas que envuelven a los Gigantes de Hielos, como el cuándo y cómo se formaron; por qué sus campos magnéticos están orientados de manera extraña, y qué es lo que impulsa la actividad geológica en algunas de sus lunas. Resolver estos misterios se ha convertido en una prioridad para varios científicos después de descubrir que estos dos planetas comparten semejanzas con otros exoplanetas encontrados recientemente.
La logística para la futura misión a los helados rincones del sistema solar ya se ha puesto sobre la mesa. Así que esperamos que muy pronto nos den la noticia del tipo de sonda encargada de indagarse en Urano para estudiar su composición, los sobrevuelos y las órbitas que se realizará, así como el tiempo estimado de la misión. Las futuras misiones a los planetas de hielo, de hecho, podrían utilizar un acercamiento parecido al que realizó Cassini.
Ocultos en los recónditos del sistema solar, Urano y Neptuno seguro nos esperan con muchas nuevas sorpresas, que sin duda seguirán contribuyendo al rompecabezas para resolver todos los misterios que oculta el universo. Definitivamente no podremos perder la pista.