El megalodón fue un animal de sangre caliente, afirma estudio Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
26 junio, 2023
El megalodón fue el gran depredador de los océanos del cenozoico. Vivió entre 23 y 3.6 millones de años atrás.
Este imponente tiburón de alrededor de 50 pies (15.24 metros), tuvo sangre caliente. Así lo afirma un estudio geoquímico que se basó en fósiles dentales. Los resultados se publicaron en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Un gigante de sangre caliente
En estudios previos se había sugerido que el megalodón era de sangre caliente, endotérmico regionalmente de forma más precisa. Sin embargo, esta idea se basaba en inferencias, sin evidencia empírica.
Para su estudio, el grupo de investigadores recurrió a una nueva técnica geoquímica. Esta se basa en termometría de isótopos agrupados y termometría de isótopos de oxígeno de fosfato. Con ella pusieron a prueba la "Hipótesis de Endotermia de Megalodones".
“Los estudios que utilizan estos métodos han demostrado que son particularmente útiles para inferir las termofisiologías de los vertebrados fósiles de origen metabólico 'desconocido', comparando su temperatura corporal con la de los fósiles de metabolismos 'conocidos'”, explicó al medio electrónico EurekAlert Michael L. Griffiths del Departamento de Ciencia Medioambiental de la Universidad William Paterson de Nueva Jersey. Él aparece como primer firmante del estudio.
La termometría isotópica agrupada consiste en la preferencia termodinámica por dos o más isótopos “más pesados” de un elemento. Esto ocurre por neutrones adicionales en el núcleo. Un ejemplo de esto son el carbono-13 y el oxígeno-18 cuando se forma una red mineral con base en las temperaturas de mineralización.
En este caso se recurrió a isótopos de oxígeno de fosfato: oxígeno-18 y oxígeno-16. Los isótopos estables, como los que se eligieron, dependen de la temperatura del agua en que se formaron, esto ocurre en los minerales de fosfato.
Los resultados del estudio muestran que el megalodón tenía un cuerpo con temperatura considerablemente superior a los tiburones que se consideran de sangre fría o ectotérmica. Los fósiles que se usaron para el estudio tienen grados de calor similares a los animales modernos de sangre caliente.
De acuerdo con el nuevo estudio la temperatura corporal promedio del Megalodón debió ser de alrededor de 27 grados Celsius. Como referencia, los tiburones con endotermia regional actuales mantienen un rango de temperatura corporal que va de los 22 a los 26.6 grados Celsius; en este grupo se encuentran especies como el tiburón mako o el tiburón blanco.
Existe un amplio registro de fósiles de megalodón. Sin embargo, la comprensión sobre sus mecanismos biológicos no es suficiente debido a que no se conservan esqueletos completos ni tejido cartilaginoso.
“Otodus megalodon fue uno de los carnívoros más grandes que ha existido y descifrar la biología del tiburón prehistórico ofrece pistas cruciales sobre el papel ecológico y evolutivo que los grandes carnívoros han jugado en los ecosistemas marinos a través del tiempo geológico”, comenta Kenshu Shimada, quien es paleobiólogo de la Universidad DePaul en Chicago y participó en el estudio.
La sangre caliente es un factor importante para el proceso evolutivo del megalodón. Se cree que fue un factor determinante para que alcanzara su gran tamaño. Investigaciones previas de algunos de los participantes del estudio publicado por PNAS sugieren que Otodus megalodon era un gran depredador y se ubicaba en la cima de la cadena alimentaria marina de su época.
Para Griffiths, la extinción de la especie debió relacionarse con sus necesidades fisiológicas para mantener el calor en su cuerpo. Ante cambios extremos en el clima y el nivel del mar se modificó la distribución y los tipos de presas.
“Nuestro nuevo estudio arroja luz sobre la vulnerabilidad de los grandes depredadores de ápice marino, como el gran tiburón blanco, a factores estresantes como el cambio climático”, señala Griffiths.