El Niño (ENSO) también tiene efectos económicos Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
29 mayo, 2023
Este año las predicciones meteorológicas indican que tendremos al fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, por sus siglas en inglés). Un estudio publicado recientemente por la revista Science analiza sus efectos económicos.
En ocasiones anteriores como 1982-83 y 1997-98 los efectos fueron a largo plazo. En ambos casos las pérdidas económicas permanecieron por un lustro después del fenómeno meteorológico.
El Niño y sus efectos a largo plazo
Los autores del artículo titulado “Persistent effect of El Niño on global economic growth” aclaran que no se puede conocer el impacto de “El Niño” en la economía. Lo que sí se puede hacer es analizar lo que ha hecho en ocasiones anteriores y cómo esto tuvo efectos a largo plazo.
Se retoman dos ocasiones anteriores en que se ha presentado este fenómeno. Tras la presencia de este fenómeno entre 1982 y 83 se registraron pérdidas por 4.1 billones de dólares en la economía global. Por otro lado, entre 1997 y 98 apareció nuevamente y las pérdidas fueron por 5.7 billones de dólares en todo el mundo.
Se estima que para este siglo, las pérdidas económicas provocadas por “El Niño” superarán los eventos anteriores. El cálculo indica que serán 84 billones de dólares los que se perderán como consecuencia del ENSO.
El aumento de la temperatura sobre la superficie del Océano Pacífico tiene varios efectos. Entre ellos están inundaciones devastadoras, sequías que acaban con sembradíos, desplome en la población de peces e incremento en enfermedades tropicales.
El Niño es la fase cálida del ENSO. Aunque ocurre en la superficie del Pacífico, sus efectos se perciben a nivel mundial. El estudio da una mayor importancia a los efectos en Estados Unidos, ahí las consecuencias típicas son inviernos más húmedos y cálidos para la costa oeste, así como una temporada de huracanes menos intensa en el Atlántico.
Los periodos posteriores al niño mostraron una ralentización económica en los años posteriores en los casos de estudio. Tanto en la década de los 80 como en los 90, el lustro siguiente a la fase cálida del ENSO se reconoció esta “firma persistente”.
Este año las predicciones meteorológicas indican que tendremos de vuelta al fenómeno “El Niño”. La estimación de pérdidas económicas es de 3 billones de dólares hasta 2029.
“Podemos decir con certeza que las sociedades y las economías absolutamente no solo reciben el golpe y se recuperan”, comenta en un comunicado Christopher W. Callahan del Departamento de Geografía del Colegio Dartmouth en Hanover, en el estado de New Hampshire, Estados Unidos. Él participó en el estudio. Además aclara que la recesión puede durar hasta 14 años.
“El precio agregado de estos eventos nunca se ha cuantificado completamente: tienes que sumar todo el crecimiento deprimido a futuro, no solo cuando el evento está sucediendo”, señala Callahan.
Actualmente se trabaja en los efectos del cambio climático. Esto incluye los costos que puede tener para la sociedad y la economía. Sin embargo, se deja de lado a fenómenos naturales como “El Niño”, de acuerdo con Justin S. Mankin, también del Departamento de Geografía de Dartmouth, quien participó en el estudio.
“Pero si estás estimando los costos del calentamiento global sin considerar El Niño, entonces estás subestimando dramáticamente los costos del calentamiento global”, subraya el investigador.
Mankin insiste en que las variaciones son importantes para reconocer los costos reales de los cambios en el clima. De acuerdo con Callahan y Mankin, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos fue 3% inferior en 1988 y 2003 de lo que pudo haber sido sin la presencia de “El Niño”.
Las naciones cercanas al Océano Pacífico en el Ecuador son las más afectadas. Un ejemplo de esto son Perú e Indonesia en donde sus PIBs tuvieron una disminución de 10% en las ocasiones anteriores que ocurrió “El Niño”.
La economía depende en gran medida de las condiciones climáticas. Las actividades económicas se ven limitadas y al mismo tiempo hay daños a causa de los eventos extremos.
“El Niño amplifica las desigualdades más amplias en el cambio climático, afectando desproporcionadamente a los menos resilientes y preparados entre nosotros”, recuerda Mankin.
Aún no tenemos clara la magnitud que tendrá “El Niño” en esta ocasión. Sin embargo, debemos estar preparados para afrontar las consecuencias.