El olor del plástico atrae a las tortugas marinas, afirma estudio Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
10 marzo, 2020
La ingesta de plásticos es un gran problema para la supervivencia de las tortugas marinas. Aunque desde hace tiempo se conoce el procedimiento mediante el que estos animales ingieren el plástico y cómo queda atrapado en sus cuerpos, faltaba un detalle para comprender todo el fenómeno. Un equipo de investigadores estadounidenses experimentó con un grupo de tortugas caguamas y distintos olores para estudiar sus reacciones.
Un olor peligrosamente atractivo
La ingesta de plástico no es un problema exclusivo de las tortugas. Cerca de 700 especies marinas ingieren plásticos, entre ellas diferentes tortugas y ballenas. El equipo dirigido por Joseph B. Pfaller, del Departamento de Biología de la Universidad de Florida realizó experimentos con un grupo de 15 tortugas caguama de 5 meses de edad.
El experimento consistió en exponer a las tortugas a distintos olores dentro de una piscina, pero no las expusieron directamente con los objetos que producían el olor. Se dispersó el olor a través de un tubo durante periodos de 20 minutos para observar sus reacciones. Posteriormente se analizó su comportamiento durante algunos minutos.
Agua desionizada (purificada), comida de tortuga, plástico limpio y plástico biocombustible (como aquel que lleva tiempo en el agua y se ha recubierto de microbios, algas, plantas y pequeños animales) fueron los aromas a los que expusieron a estos reptiles marinos. Estos olores produjeron distintas reacciones, siendo el del plástico biocombustible el que provocó las más intensas.
En un inicio se esperaba que el olor de la comida fuera el más atractivo pero no fue así. Si las tortugas se sienten atraídas por el plástico cubierto por organismos vivos es comprensible que ingieran grandes cantidades de él. Pfaller menciona que el resultado del experimento “sugiere que se sienten atraídas por los residuos plásticos no sólo por su forma, sino por cómo huelen”.
“Es común encontrar tortugas caguama con su sistema digestivo lleno o parcialmente bloqueado debido a que han ingerido materiales plásticos. También han aumentado los casos de tortugas marinas que enferman o quedan varadas en la playa debido a esta ingesta”, comentó Kenneth J. Lohmann, de la Universidad de Carolina del Norte, quien participó en el estudio.
El plástico se acumula a diferentes niveles en el océano; no todas las tortugas lo consumen en el mismo lugar. Mientras las jóvenes se alimentan con el que flota en la superficie, las de mayor edad se sumergen hacia el fondo del mar, donde también se acumula este material. “Con independencia de dónde se acumulen los plásticos, es probable que las tortugas se los coman”, afirmó Kayla M. Goforth, de la Universidad de Carolina del Norte, quien también participó en el estudio.
Al finalizar el estudio, las tortugas fueron liberadas en el océano. La especie que se usó para los experimentos fue Caretta caretta, conocida en distintas partes del mundo como tortuga boba, cabezona o caguama (en México). Los resultados tienen un impacto directo en las especies que viven en nuestro territorio.
Gracias al trabajo de Pfaller y compañía ahora sabemos que el problema de la ingesta de plástico en tortugas es más complicado de lo que parecía. El plástico no sólo se atraviesa en su camino y su forma se confunde con peces u otro tipo de alimento, sino que el olor les provoca atracción. En la protección de especies marinas se agrega que se debe evitar que se acerquen a ese material con olor apetitoso y consecuencias mortales.