El plástico tiene un nuevo competidor y es una telaraña biodegradable Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
25 septiembre, 2019
Hace algunas décadas el plástico parecía ser la solución a todos nuestros problemas. Un material resistente, barato y capaz de soportar condiciones en que otros se romperían era una gran promesa. Sin embargo, actualmente es uno de los mayores problemas ya que, gracias a su resistencia, es capaz de sobrevivir por muchos años sin descomponerse. Los desechos plásticos están en todas partes: basureros terrestres, el mar, viajando por los aires y entre la nieve.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Aalto, en Finlandia, desarrollan un material que compita en resistencia con el plástico. Su propuesta surge de materiales que todos conocemos y una combinación genética entre ellos. En algún punto de nuestra vida todos hemos tenido un mueble de madera que se ha ido desgastando hasta que tuvimos que reemplazarlo. ¿Qué pasaría si le agregáramos la resistencia de, por ejemplo, una telaraña? Eso resume en mucho la propuesta de este equipo de investigación.
Un supermaterial con alteraciones genéticas
Los fanáticos de los superhéroes recordarán cómo fue que Spiderman obtuvo sus poderes. La mezcla genética con una araña radiactiva de Peter Parker lo convirtió en uno de los personajes más queridos de finales del siglo XX. Los investigadores de la Universidad de Aalto no crearon ningún monstruo radiactivo y ningún árbol fue lastimado, pero si hubo una mezcla de información tomada del Ácido Desoxiribonucleico (ADN) para conseguir un supermaterial.
La seda con que está hecha la telaraña es 5 veces más resistente que un fragmento de acero del mismo diámetro. Además, es capaz de soportar temperaturas extremas; a -40°C conserva su resistencia. Este material que ofrece la naturaleza es un ejemplo a seguir para los investigadores humanos. El otro material que se utilizó fue celulosa, tomada de la madera. El resultado fue un material con una extensibilidad comparable al plástico.
La extensibilidad es una propiedad física. Si un objeto es capaz de estirarse por encima de su longitud en reposo sin rasgarse o romperse, entonces se dice que es extensible. Esta es una de las propiedades más importantes del plástico y el material desarrollado en la Universidad de Aalto. Se eligió a la madera por su fuerza y a la telaraña por su extensibilidad.
“Usamos pulpa de abedul convertida en nanofibras de celulosa y las alineamos en forma de un andamio rígido”, explicó Pezhman Mohammadi, investigador del Centro de Investigación Técnica VTT de Finlandia. Al mismo tiempo, infiltramos una la celulosa con una red suave disipadora de energía con una matriz de seda de araña”, agregó. A través de ADN sintético se aumentó una bacteria productora de seda.
“Debido a que conocemos la estructura del ADN, podemos copiarla y usarla para crear una proteína de las moléculas de seda que es químicamente parecida a la que encontramos en las telarañas”, es una adición que hace Markus Linder, profesor en Aalto. “El ADN contiene toda esta información”, agregó.
Gracias al conocimiento genético de ambos materiales fue posible crear un material de gran resistencia. Se le describe como un material de gran fuerza, dureza y rigidez. Además, una de las ventajas es que sigue siendo un material fuerte si se le estira. Con esto tenemos un serio competidor para ese material con el que actualmente se fabrica todo tipo de instrumentos que tarde o temprano se convertirá en basura.
Los resultados se publicaron en la revista científica Science Advances. Por ahora se tiene un material con capacidad para competir con el plástico pero su inserción en el mercado será un asunto aparte, la opción más adecuada no siempre es la más popular y habrá que ver el camino que toma este material. Los investigadores se muestran optimistas sobre las posibilidades a futuro de su trabajo.