El Reloj del Fin del Mundo avanza: ahora estamos a 89 segundos de la medianoche Copiar al portapapeles
POR: Deyanira Almazán
28 enero, 2025
El Reloj del Fin del Mundo, ese sombrío recordatorio de que la humanidad es su peor enemiga, ha vuelto a moverse. Este año, los científicos del Boletín de Científicos Atómicos han ajustado las manecillas a 89 segundos para la medianoche, lo que significa que estamos un segundo más cerca del colapso global que en 2024, cuando marcaba 90 segundos. Es la posición más crítica en los 78 años de historia del reloj.
Creado en 1947, este reloj no predice el futuro, pero sí refleja qué tan cerca estamos de autodestruirnos. Aunque originalmente se enfocaba en la amenaza nuclear, en la actualidad considera otros factores como el cambio climático, la inteligencia artificial y los conflictos geopolíticos.
¿Por qué estamos más cerca del "fin"?
Según el informe del Boletín, hay varios motivos para movernos un segundo más hacia el desastre:
Conflictos geopolíticos: la guerra en Ucrania continúa, las tensiones en Oriente Medio han escalado peligrosamente y las relaciones entre grandes potencias, como Estados Unidos y China, siguen deteriorándose. El riesgo de un error de cálculo con armas nucleares no es descartable.
Cambio climático: 2024 fue el año más caluroso jamás registrado, y los fenómenos extremos—huracanes, incendios y olas de calor—son cada vez más frecuentes. La reducción de emisiones sigue siendo insuficiente.
Inteligencia artificial: la IA avanza sin una regulación clara. Las preocupaciones van desde el impacto en la seguridad global hasta su uso para manipular elecciones o facilitar conflictos.
Proliferación nuclear: mientras algunos acuerdos de desarme se desmoronan, países como Rusia, EE.UU. y China continúan modernizando sus arsenales.
La advertencia del Boletín: "La humanidad debe actuar ahora"
El Boletín de Científicos Atómicos no solo mueve las manecillas del reloj para sembrar pánico, sino que también ofrece soluciones. Entre sus recomendaciones urgentes están:
✅ Reactivar el diálogo entre las potencias nucleares y fortalecer los tratados de desarme.
✅ Acelerar la transición hacia energías limpias y reducir las emisiones de carbono.
✅ Implementar regulaciones globales para el desarrollo y uso de inteligencia artificial.
✅ Fomentar la cooperación internacional en seguridad y derechos humanos.
El mensaje es claro: el tiempo se agota, pero aún hay margen para evitar la catástrofe. La pregunta es si los líderes mundiales harán algo al respecto o si, el próximo año, estaremos ajustando las manecillas una vez más, hasta que no haya más segundos que restar.