El reloj del fin del mundo se mantiene a 90 segundos de la media noche Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
23 enero, 2024
El anuncio del reloj del fin del mundo de este año se acaba de dar. En esta representación simbólica de los riesgos que enfrenta nuestro planeta quedan 90 segundos antes del fin.
El reloj del fin del mundo es una iniciativa del Boletín de Científicos Atómicos. Originalmente surgió para alertar sobre los riesgos de la guerra nuclear y ahora considera otros factores como el cambio climático.
A 90 segundos del fin
El Boletín de Científicos Atómicos se fundó en 1945. Entre sus fundadores estuvieron Albert Einstein y J. Robert Oppenheimer, además de científicos de la Universidad de Chicago que participaron en el Proyecto Manhattan. Un par de años después surgió el Reloj del Fin del Mundo.
Cada año se actualiza el tiempo que queda en el reloj. La Junta de Ciencia y Seguridad del Bulletin (SASB) que se encarga del ajuste, está formada por especialistas en riesgos nucleares, cambio climático y tecnologías disruptivas.
Para comenzar el informe de este año se menciona que las grandes potencias invierten grandes cantidades de dinero en modernizar y expandir sus arsenales nucleares. El riesgo por error o por error de cálculo de una guerra nuclear aumenta.
Por otro lado, en 2023 se vivió el año más cálido que se ha registrado en la historia. Como consecuencia hubo inundaciones, incendios forestales y otros desastres relacionados con el clima. Millones de personas alrededor del mundo fueron afectadas.
Por otro lado, han surgido tecnologías disruptivas y desarrollos en las ciencias biológicas de forma acelerada. Los gobiernos han realizado esfuerzos débiles para controlarlos.
En los últimos años el reloj del fin del mundo se ha acercado a los últimos segundos antes del fin. En 2019 se mantuvo a dos minutos antes de la media noche, que marca simbólicamente el apocalipsis. Para 2019 quedaban 100 segundos. En 2023 el tiempo se redujo a 90 segundos.
Este año el reloj se mantiene a 90 segundos de la media noche. Desde el Boletín de Científicos Atómicos se alerta del gran riesgo que se vive actualmente; sin embargo, es posible disminuirlo.
“En estos tiempos de peligro mundial sin precedentes, se requiere una acción concertada, y cada segundo cuenta”, se mencionaba el año pasado en el Boletín y este año se reafirma.
Riesgo nuclear
Las grandes potencias nucleares incrementan sus gastos en este tipo de armas. El riesgo de una nueva carrera armamentista entre Estados Unidos, China y Rusia es un riesgo latente mientras el sistema de control de armas nucleares mundial colapsa.
Otras naciones que representan un riesgo nuclear son Irán, Corea del Norte y Paquistán. Además, los ataques de Israel sobre Palestina crean en riesgo de un conflicto de mayor escala en toda la región de Asia Menor.
Cambio climático
2023 fue un año en que se rompieron varios récords climáticos. Además, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan.
La superficie oceánica mantuvo una temperatura particularmente alta, especialmente en el Atlántico Norte. El hielo de la Antártida registró su nivel más bajo desde que se comenzó a monitorear por satélite.
En 2023 se superó el límite de temperatura de 1.5 grados Celsius sobre el promedio de la era preindustrial, que se establece en el Acuerdo de París. Se alcanzó en un par de ocasiones el límite de 2 grados.
Las inversiones para combatir el cambio climático son insuficientes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2023 se invirtieron 1.7 billones de dólares en energías limpias. Por otro lado, se invirtió cerca de 1 billón de dólares en subsidios a los combustibles fósiles.
Riesgos biológicos
Entre los riesgos que se señalan están las tecnologías de ingeniería genética que se han incrementado y sofisticado. La combinación entre las herramientas de inteligencia artificial y las tecnologías biológicas pueden dar poder de forma radical a las personas para hacer mal uso de la biología.
Inteligencia artificial
Uno de los riesgos más grandes en este sentido es la capacidad de desinformación que ofrece la inteligencia artificial. Limitar este riesgo tiene efectos en los riesgos nucleares, pandémicos y de cambio climático.
Los usos militares son otro de los campos en que se recurre a la inteligencia artificial. Las armas autónomas que no requieren intervención humana para atacar a sus objetivos representan un riesgo en potencia para nuestra especie.
Diversas instituciones internacionales ya están trabajando en la regulación de la inteligencia artificial. Esto incluye a la Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas y el gobierno de Estados Unidos.
Los retos antes del fin del mundo
El reloj del fin del mundo es una representación simbólica de los riesgos a los que se enfrenta nuestro planeta. Es posible reducirlos y hacer que las manecillas retrocedan pero para eso es necesaria la voluntad de las instituciones capaces de tomar acción. ¿Lograremos un retroceso para 2025 o seguirá avanzando?