El suroeste norteamericano vive la mayor megasequía en 1,200 años Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
16 febrero, 2022
Durante los últimos 22 años el suroeste norteamericano ha vivido una sequía prolongada. Entre el verano de 2021 y el de 2022 alcanzó su momento más bajo de precipitaciones y más alto en temperaturas desde, al menos, el año 800 de la era común. Este hallazgo se publicó en la revista científica Nature Climate Change recientemente. De acuerdo al estudio, al menos el 19% de estos niveles es atribuible al cambio climático provocado por las actividades humanas. La tendencia es que para este 2022 las condiciones de sequía permanezcan.
Una recuperación complicada
Las condiciones secas se mantendrán, de acuerdo con Park Williams, quien es geógrafo de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA) y dirigió el estudio. Podría tomar varios años húmedos para que el entorno del suroeste norteamericano se recupere, explica el especialista. “Es extremadamente improbable que esta sequía pueda terminar en un año húmedo”, comenta.
Para el estudio se analizaron patrones de anillos en los árboles. Gracias a ellos es posible establecer los niveles de humedad a través de distintos períodos. Adicional a esto se recurrió a registros climáticos históricos. Se estableció un criterio llamado “déficit de humedad en el suelo”, esta medida permitió definir qué años se ubicaron por debajo del promedio de sequedad.
A partir del año 2000 se reconoció que el déficit de humedad era el doble del de la década anterior. En los años más extremos de las últimas dos décadas se ha superado incluso a los siglos anteriores. Las áreas estudiadas pertenecen al desierto norteamericano, desde el sur de Montana en Estados Unidos hasta el norte de México y del Océano Pacífico a las Montañas Rocallosas. Los investigadores usan el término “megasequía” para referirse a periodos de dos dos décadas o más en estas condiciones. Entre los años 800 y 1600 de la era común este fenómeno fue frecuente. Sin embargo, el cambio climático ha acentuado sus efectos; la sequía habría estado ahí de cualquier forma pero no con esa intensidad.
“Sin el cambio climático, los últimos 22 años probablemente también habrían sido el periodo más seco en 300 años”, explica Williams. “Pero no habría sido tan malo como las megasequías de los 1,500s, 1,200s o 1,100s”, agrega el especialista.
Ahora el clima es más seco en la región. Ante temperaturas mayores aumenta la evaporación, lo que afecta al suelo y a la vegetación de la zona. Entre los años 2000 y 2021 el incremento ha sido de 0.91 grados Celsius, mucho más alto que en la segunda mitad del siglo XX. 42% de la disminución en la humedad del suelo desde el año 2000 es consecuencia del cambio climático, de acuerdo con el artículo.
Los datos desde diferentes instituciones confirman la megasequía. Para el 10 de febrero de este año, el Monitor de Sequía de Estados Unidos reconocía sequía en 95% de su territorio oeste. En el verano de 2021 dos de las grandes reservas estadounidenses registraron sus niveles más bajos, de acuerdo a la Oficina de Reclamos de Estados Unidos; estas fueron el Lago Mead y el Lago Powell, ambos del Río Colorado.
Ya se están tomando medidas de protección a los recursos hídricos, al menos en Estados Unidos. Sin embargo, la situación regional (y eso incluye al norte de México), promete continuar con la tendencia seca. En Estados Unidos ya se han realizado cortes en el suministro de agua para evitar que se agoten las reservas, como ocurrió en agosto del año pasado en el Río Colorado. En octubre, se declaró una emergencia de sequía en California, lo que llevó a proponer la reducción del consumo de agua en 15% de forma voluntaria. Las últimas dos décadas han sido especialmente secas y podemos esperar que siga así en los próximos años.