El tenis y la ciencia que lo hace posible Copiar al portapapeles
POR: Luis Moctezuma
29 junio, 2024
El tenis es un deporte que en su forma moderna surgió en Inglaterra en el siglo XIX. Rápidamente se volvió popular y para 1913 surgió la Federación Internacional de Tenis.
El tenis estuvo presente en los primeros Juegos Olímpicos modernos de Atenas en 1896. Para jugar tenis se requiere una pelota, raquetas y algunos conocimientos científicos ayudan a tener mejores resultados.
Explicaciones científicas para el “deporte blanco”
Su predecesor fue un deporte del siglo XI llamado ‘jeu de paume’ o ‘juego de la mano’ de origen francés. Se practicaba en el patio de los monasterios y consistía en golpear una pelota con la mano para lanzarla contra la pared. Era similar a lo que ahora llamamos frontón.
Al jugar tenis intervienen diferentes factores. Además de los jugadores (tenistas), participan las raquetas, pelotas y superficies. Sobre cada uno de ellos hay varias opciones que cambian las condiciones del juego. Para jugarlo también se requiere una que divide el área de juego, esta sirve como un obstáculo.
La pelota es esférica y hueca. Su diámetro es de entre 66 y 69 milímetros. Pesa aproximadamente 60 gramos. Se caracteriza por un color fluorescente que mejora su visibilidad; esto es muy útil cuando se dan golpes rápidos.
Existen distintos tipos de pelotas. El diseño de sus acabados permite que algunas sean más rápidas o lentas. Esto se debe a que cada una rebota de una forma particular sobre las distintas superficies. Existen también pelotas especiales sin presión interna.
Para moverse, la pelota sigue las leyes de Newton. Para comenzar su movimiento recibe un golpe con la raqueta. En este golpe se transfiere una cantidad de momento lineal; el momento lineal es un vector que se forma por la masa y la velocidad de un objeto, además mantiene un sentido.
Al momento del golpe la pelota alcanza su velocidad máxima. Mientras avanza la resistencia del aire hará que la pelota disminuya su avance. La pelota es elástica y cuando choque con una superficie como el suelo perderá eficiencia.
La raqueta es una parte importante del tenis. Al principio se fabricaban con madera. La primera raqueta para jugar tenis se fabricó en 1874 en Londres. Estas primeras raquetas eran grandes y pesadas. Además vibraban mucho y se rompían con facilidad.
Las raquetas se componen de 3 partes. Por una parte está el mango o grip, que es donde el tenista sostiene la raqueta. La cabeza es la parte más grande y es la que golpea la pelota. En medio de ellas está el corazón, que es la parte que los une.
En 1930 se fabricó la primera raqueta de metal. Entre los materiales con que se han fabricado raquetas a lo largo de la historia están acero, aluminio, fibra de carbono, fibra de vidrio, titanio y aleaciones entre estos materiales.
El material de la raqueta permite que los tenistas hagan distintos movimientos. Las raquetas de madera dejaban pocas opciones para los efectos en el golpe. Gracias al uso de metales la raqueta no vibra con el movimiento. Algunos diseños de corazón sirven como amortiguador para reducir aún más la vibración.
Actualmente la nanotecnología permite incrustar pequeños dispositivos dentro de la raqueta. Esto permite recopilar datos como la velocidad o la aceleración que produce el jugador al mover la raqueta. Esto ayuda a los entrenadores a mejorar la técnica de los jugadores.
La superficie sobre la que se juega también influye en el desempeño de los jugadores. Las principales sobre las que se practica el tenis son: cemento, arcilla y pasto. Cada una tiene sus particularidades y es importante para los jugadores conocer las características de cada una.
La superficie de arcilla se forma con arcilla cocida a temperaturas de entre 750 y 950 grados Celsius. Posteriormente se le tritura para formar polvo de ladrillo que da forma a las canchas de tenis.
El bote de la pelota en arcilla es el más lento de las tres opciones. Además, la pelota alcanza mayor altura. Este tipo de superficie hace que los jugadores se alejen de la red y jueguen desde los bordes de la cancha.
Además, los partidos sobre esta superficie suelen ser más largos y cansados para los tenistas. Roland Garros es un ejemplo de torneo que se realiza sobre superficie de arcilla.
En el caso del pasto, la adherencia es muy baja y esto hace que la superficie sea resbaladiza. Aquí el rebote es rápido y bajo. Aquí es importante mantener la altura adecuada en el pasto (8 milímetros), el tipo de pasto, el control de riego y el tipo de pelota.
Wimbledon es el único Grand Slam que se juega sobre pasto y mantiene un control preciso en estas variables. Este terreno es más favorable para partidos rápidos. Debido a que el suelo no es uniforme es posible que la pelota rebote de una forma que no se había previsto y esto hace que se apueste por hacer puntos tan rápido como sea posible.
Por último están las canchas de cemento. Son las más comunes porque son durables y resistentes. La velocidad en esta superficie es media. También el rebote es de altura media y es más regular que en las otras dos superficies.
Esta superficie permite un juego más versátil donde los jugadores pueden buscar sorprender a su rival. Por otro lado, es la más exigente físicamente y la que produce lesiones con mayor facilidad debido a su dureza. Como ejemplo de esta superficie están los abiertos de Estados Unidos y Australia.
La última parte, y la más importante, es el jugador. Mientras mejor conozca las posibilidades de su raqueta, las pelotas que usa para el juego y las características de la superficie mejor podrá desempeñarse. ¿Podrías prestar atención a todos estos detalles mientras ves un partido de tenis?
Fuentes
Ciencia aplicada en deportes: tenis, se un maestro en 15 minutos aproximadamente
Hierba, tierra batida y asfalto: los distintos tipos de pistas de tenis